Filippo Grandi, alto comisionado de la ONU para los refugiados visitará este viernes la ciudad de Boa Vista, capital del estado de Roraima, donde se ha asentado la mayoría de connacionales que han ingresado.

Filippo Grandi, jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), inició una visita a Brasil, donde constatará la situación de los migrantes venezolanos, cuyo flujo ha aumentado en las últimas semanas.

La Acnur ha tenido una activa participación en lo que Brasil ha denominado como Operación Acogida, destinada a recibir a los cerca de 100.000 venezolanos que, según cálculos del propio Gobierno, han arribado al país huyendo de la crisis social, política y económica en esa nación petrolera.

La agenda de Grandi en Brasilia incluye reuniones con diversas autoridades del Gobierno, que incluyen al ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, con quien este mismo jueves sostendrá un encuentro privado.

Este viernes, el jefe de la Acnur visitará la ciudad de Boa Vista, capital del estado de Roraima, fronterizo con Venezuela y donde se ha asentado la mayoría de los ciudadanos de ese país que han ingresado a Brasil.

Grandi conocerá los albergues gestionados por Acnur en conjunto con autoridades brasileñas, otras agencias de la ONU y organismos humanitarios, y conversará con los propios venezolanos a fin de conocer su situación de primera mano.

El sábado hará lo propio en Pacaraima, que constituye la puerta de entrada a Brasil para los venezolanos y donde también han sido instalados diversos albergues.

De acuerdo a datos oficiales, en las últimas semanas ha habido un repunte del flujo migratorio en Pacaraima, con algunos picos como el ocurrido el pasado día 13, cuando se registró el ingreso de 1.374 venezolanos y solamente 136 regresaron a su país.

Según fuentes oficiales consultadas por Efe, esa situación se debe a distintos factores, entre los que fueron citados el período de vacaciones escolares en Venezuela y el inicio de programas de reunificación familiar y social en Pacaraima.

Esos programas, que se ampliaron durante este mes, facilitan el ingreso a Brasil de venezolanos que tengan familiares ya instalados en el país con vivienda y empleo, con lo cual se presume que cuentan con medios para recibirlos e incluso mantenerlos.

Lo mismo se aplica a amigos de esos venezolanos ya asentados en Brasil, mediante planes que apuntan a la reunificación social de los migrantes.

Datos de las Naciones Unidas, más de cuatro millones de venezolanos han dejado su país en los últimos años y la mayoría.

En el caso de Brasil, la llegada masiva de venezolanos comenzó a fines de 2017, lo que llevó al Gobierno del entonces mandatario Michel Temer a dar inicio a la llamada Operación Acogida, que ha sido mantenida por el presidente Jair Bolsonaro, quien asumió el poder el pasado 1 de enero.

Brasil es, además, uno de los cerca de 50 países que reconoce como presidente legítimo e interino de Venezuela al jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, y condena al Gobierno de Nicolás Maduro, al que califica abiertamente de dictadura.