Cuba defendió este sábado el diálogo y la cooperación para resolver los conflictos internacionales, un día después de que el Grupo de Lima la invitara a participar de manera conjunta en una solución a la crisis política en Venezuela.

“Cuba siempre apoyará y contribuirá a la solución de las diferencias a través del diálogo respetuoso de la igualdad soberana de los Estados, basado en el Derecho Internacional, la no amenaza ni uso de la fuerza ni la intervención extranjera”, tuiteó el canciller cubano, Bruno Rodríguez, sin referirse directamente a la invitación del Grupo de Lima.

Rodríguez destacó “que el camino para preservar la paz y la seguridad internacionales y resolver los graves y crecientes problemas de la humanidad es el diálogo y la cooperación”.

Los países del Grupo de Lima llamaron el viernes a Cuba y al Grupo de Contacto Internacional (GCI) a participar en los esfuerzos por lograr una salida negociada a la crisis política en Venezuela, al término de una reunión de emergencia celebrada en Lima.

Paralelamente, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel confirmó este sábado que, durante la conversación sostenida el viernes con el primer ministro de Canadá Justin Trudeau, insistió en la “necesidad del diálogo” con su par venezolano, Nicolás Maduro.

“Sostuve conversación con PM de Canadá, Trudeau. Enfaticé en necesidad del diálogo con el Presidente Maduro basado en el respeto a la soberanía de Venezuela y al Derecho Internacional sin amenaza ni intervención extranjera”, tuiteó Díaz-Canel.

Un comunicado divulgado el viernes por el dirigente liberal canadiense, subrayó que ambos buscaron la forma de “trabajar juntos para encontrar una solución a la crisis” en Venezuela, el principal aliado de la isla en la región.

Trudeau habló en nombre del Grupo de Lima, que reúne una docena de países de América Latina y Canadá, y que reconoce al líder opositor venezolano, Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela.

Díaz-Canel ha criticado los “propósitos injerencistas” contra Venezuela del Grupo de Lima, que sigue “las instrucciones perversas de Estados Unidos”.

Venezuela, sumida en una debacle económica sin precedentes en la historia reciente, vive desde enero un pulso por el poder entre el jefe parlamentario Guaidó, reconocido como presidente interino por más de 50 países, y Maduro, aferrado al cargo con apoyo de los militares y de Rusia y China.

El Grupo de Contacto Internacional (GCI), que impulsa una salida negociada a la crisis venezolana está integrado por Alemania, Francia, Italia, Holanda, Portugal, España, Suecia y Reino Unido, así como Bolivia, Ecuador, Uruguay y Costa Rica.