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Dos jóvenes de 17 y 23 años murieron, según la prensa local, por disparos de los colectivos armados.

A punta de bombas lacrimógenas, fuerzas antimotines bloquearon una gigantesca marcha contra el presidente de Venezuela Nicolás Maduro en Caracas, donde estallaron focos de violencia que causaron la muerte de un joven de 17 años: Carlos José Moreno quien murió en el Hospital de Clínicas Caracas, un centro de salud privado cercano al lugar donde recibió un impacto de bala en la cabeza.

Horas más tarde la tragedia se registró en Táchira: una  mujer de 23 años de edad, identificada como Paola Andreina Ramírez Gómez fue asesinada por un impacto de bala en la cabeza durante una manifestación en la plaza San Carlos de San Cristóbal.

Vecinos del sector San Carlos de Barrio Obrero alegaron que la víctima no se encontraba en la manifestación y responsabilizaron a los colectivos del crimen.

Con estos fallecimientos suman siete los muertos en tres semanas de protestas con las que la oposición exige elecciones generales para sacar del poder a Maduro, a quien acusan de hundir al país petrolero en una severa crisis económica y política.

El joven murió el hospital adonde fue llevado de emergencia tras ser alcanzado por los disparos de hombres en moto que atacaron, también con bombas lacrimógenas, una concentración opositora en San Bernardino, noroeste de Caracas, relataron testigos a la AFP y una autoridad médica. Testigos en Táchira también señalan a los colectivos, organizaciones civiles armadas por el chavismo.

Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes que les tiraban piedras y cóctel molotov estallaron en una estratégica autopista y en varios sectores del oeste de Caracas.

Cuando se acercaba, con las manos en alto, a la barrera con que militares bloqueaban el paso en la autopista Francisco Fajardo, el líder opositor Henrique Capriles recibió una lluvia de gases lacrimógenos. Varios manifestantes huyeron lanzándose al río Guaire (con aguas negras).

“Hay que salir de esta dictadura. Queremos elecciones para que salga Maduro del gobierno porque tiene al país destruido. ¡No tengo miedo!”, dijo a AFP Ingrid Chacón, de 54 años, quien asistió a la marcha ondeando una gran bandera venezolana. Aún no hay saldo de arrestos, pero más de 200 personas permanecen detenidas de las marchas anteriores.

Helicópteros de la Policía sobrevuelan la capital donde persisten algunos focos de protestas. En ciudades de los estados de Zulia, Carabobo, Táchira, Mérida y Anzoátegui, también se reportaron disturbios con varios heridos.

En lo que llamaron “la madre de todas las marchas”, la sexta en abril, los opositores salieron de unos 20 puntos de concentración pero, como en las manifestaciones anteriores, no lograron llegar al centro histórico de Caracas, bastión chavista, donde se manifiestan miles de seguidores de Maduro. “Estamos resteados (firmes) con Maduro por lealtad a nuestro comandante eterno”, dijo a la AFP desde la manifestación oficialista Nancy Guzmán, docente de 50 años, al referirse al expresidente Hugo Chávez, fallecido en 2013.

Los opositores volvieron a la calle el 1 de abril luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) asumiera las competencias del Parlamento -único poder público controlado por la oposición-, desatando una protesta diplomática internacional que dos días después lo hizo dar marcha atrás.

“Esta marcha pondrá de relieve la fuerza que la oposición es capaz de convocar y los costos que potencialmente le puede generar al gobierno si persiste en evitar elecciones en el corto plazo”, afirmó a AFP el politólogo John Magdaleno.

Analistas estiman que Maduro, cuyo mandato concluye en enero de 2019, evita a toda costa unas elecciones. Siete de cada diez venezolanos reprueban su gobierno, cansados de la escasez y una brutal inflación que el FMI estima en 720,5% este año.