Erik Prince, el multimillonario fundador de la infame firma de seguridad Blackwater, ha presionado para que miles de sus mercenarios sean enviados a Venezuela para romper el estancamiento que se ha resuelto entre el presidente Nicolás Maduro y su rival apoyado por Estados Unidos, Juan Guaidó.

Prince se ha estado reuniendo con influyentes partidarios del presidente Donald Trump y venezolanos ricos que viven en el exilio para conseguir apoyo para su plan, que prevé el envío de hasta    5. 000 soldados de habla hispana a la asediada nación sudamericana a un costo de alrededor de 40 millones de dólares.

Según dos fuentes con conocimiento del terreno de juego de Prince, la operación comenzaría con la recopilación de información de inteligencia y más tarde se convertiría en misiones de combate y estabilización.

Guaidó y sus partidarios argumentaron que la victoria de Maduro en las elecciones presidenciales del año pasado fue inválida, la supresión de votantes y las irregularidades electorales. Estados Unidos y una gran cantidad de naciones sudamericanas y europeas han reconocido a Guaidó como el presidente legítimo y han pedido a Maduro que ceda el poder.

Pero con el apoyo de los poderosos militares del país, así como con el apoyo continuo de Rusia, China y Cuba -entre otros-, la marca de fuego izquierdista ha permanecido en el poder. A pesar de los esfuerzos de la administración del presidente Donald Trump, los militares se han negado a abandonar al dictador.

Erik Prince ahora cree que es hora de recurrir a contratistas privados para derrocar a Maduro. Una de las fuentes dijo que los mercenarios de Prince consistirían de peruanos, ecuatorianos, colombianos, hispanohablantes»; ya que la presencia de tales tropas sería más aceptable que la de los estadounidenses. Los partidarios internacionales de Guaido han sido acusados de participar en el imperialismo en sus esfuerzos por forzar a Maduro a abandonar su cargo.

Una fuente dijo que Prince había tenido reuniones sobre el asunto a mediados de abril, aunque el portavoz de Guaidó, Edward Rodríguez, dijo a Reuters que la oposición no había hablado con él. Una fuente anónima dijo que estaba familiarizada»; con el pensamiento de la Casa Blanca y añadió que la administración de Trump no apoyaría un plan de esta naturaleza.

Prince estaba trabajando en una solución a la crisis en Venezuela, igual que tiene una solución para muchos otros lugares.