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La masiva migración de venezolanos a países latinoamericanos, a Norteamérica o Europa,  ha propiciado el envío de remesas en dólares desde cualquiera lugar del mundo para apoyar económicamente al grupo familiar que se queda. Sin embargo, el dinero no ingresa a Venezuela, sino a Colombia, como consecuencia del diferencial cambiario, generando dividendos al país. 

Mientras el cambio oficial en el país se expresa a una tasa de 689 bolívares por dólar, quienes envían las remesas desde el exterior optan por realizar la transacción a través de las agencias de giros y encomiendas internacionales ubicadas en la ciudad de Cúcuta, con el fin de que sus parientes reciban a un mejor precio el dinero que se envía.

El coordinador de Asuntos de Frontera de Fedecámaras Táchira, Vladimir Tovar, explicó que la situación cambiaria del país ofrece un marco normativo en donde el diferencial cambiario es la principal razón por la que las personas no se van a favorecer si reciben las remesas en el país.

Esa es la razón por la que el venezolano está remitiendo a Colombia y principalmente el departamento Norte de Santander, los envíos de dinero a familiares.

La transacción que se viene desarrollando desde hace un poco más de dos años, favorece principalmente a Colombia y aunque no se tienen cifras oficiales actualizadas, es notorio el volumen de estas remesas cuando a través de los puentes internacionales cruzan cada día miles de venezolanos provenientes de distintos puntos del país no solo con el fin de adquirir alimentos o medicinas; sino con pasaporte en mano y un número de transferencia para cobrar sus giros.

Los pesos se agotan

Rocely Vela es una venezolana que va cada fin de mes a Cúcuta a cobrar el equivalente en pesos colombianos a 80 euros que envía a Western Unión su hermana, que vive en España.

“Vengo de San Cristóbal a cobrar la remesa todos los meses. Aquí mismo gasto la plata porque aprovecho y compro alimentos y los pañales desechables para mi tía que está en cama. Hoy tuve que recorrer tres agencias porque cuando llegué, en el centro ya no estaban dando número, luego fui a la del parque Santander y ya no tenía pesos, me vine para acá (C.C Ventura Plaza) y tal vez tenga que regresar sin nada, volver mañana porque tengo 170 personas por delante, ya son las tres de la tarde y me tengo que ir antes que cierren frontera”, explicó.

El mismo trámite lo estaba cumpliendo José Suárez, en el Western Unión del Metro en el Centro Comercial Ventura Plaza de Cúcuta. “Llegué a las 9 de la mañana y ya faltan solo 10 personas para mi turno. Todos los meses paso a cobrar la remesa que mi hija me envía de Chile. Hoy vengo a cobrar 200 dólares (el equivalente en pesos) porque me regaló para comprar los cauchos del carro”.

Suárez, vive en Mérida y comentó que hace cinco meses despidió en el puente internacional Simón Bolívar a su hija, una ingeniero de Sistemas venezolana que ahora trabaja en Santiago de Chile y desde allá ayuda enviando cada mes dinero a sus padres.

Expertos en temas migratorios señalan que en los últimos años han abandonado el país más de 300.000 personas. Si el promedio envía a los familiares 100 dólares, se estaría hablando de una cantidad significativa de miles de dólares que están ingresando a Colombia y no están generando en Venezuela ni ahorro, ni inversión, y mucho menos gastos, reseñó el representante de Fedecámaras.

No se ha estimado la cantidad de pesos que envían los venezolanos que viven en Colombia a parientes y que al recibirlos son convertidas en dólares; pero sí es un monto importante que sería positivo si se invierte en el país, agregó Vladimir Tovar.

[Vía: Diario Los Andes]