Analistas estiman que el gobierno de Nicolás Maduro podría enfrentar reclamos de pago por más de 60.000 millones de dólares en las cortes internacionales en los próximos meses, luego que tenedores de bonos de una emisión de USD 1.500 millones decidieran activar la cláusula de aceleración de pagos.

“Si (el gobierno venezolano) no logra conseguir una rápida situación a este problema, la decisión de los tenedores de bonos de activar la cláusula de aceleración de pagos podría iniciar el efecto de bola de nieve”, dijo Russ Dallen, socio gerente del banco de inversión Caracas Capital.

Los tenedores de los más de USD 60.000 millones en bonos de Venezuela y Pdvsa han comenzado a perder la fe en la capacidad del Ejecutivo de desarrollar una hoja de ruta que conduzca al país fuera del incumplimiento de la deuda.

El Nuevo Herald reseña que Venezuela tiene en circulación emisiones de bonos mayores que la de los 1.500 millones de dólares, con vencimiento en el 2034, cuyos tenedores decidieron acelerar el pago de la totalidad del monto. Pero la gran mayoría de los contratos de bonos contienen la cláusula de incumplimiento cruzado, donde la activación de la cláusula de aceleración de una emisión autoriza a todos los tenedores de bonos de las restantes emisiones a hacer lo mismo.

“Esto podría desatar una estampida de acreedores”dirigiéndose a las cortes internacionales a presentar demandas y solicitudes de embargos contra Venezuela para tratar de recuperar parte de sus inversiones, dijo Dallen al tiempo que recordó que son relativamente escasos los activos que Venezuela aún tiene en el exterior en contraste con las masivas obligaciones que ha dejado de pagar.

El Gobierno venezolano ha entrado en lo que ha llamado un “incumplimiento selectivo” sobre los pagos de sus deudas, formulando unos pagos y otros no. Para este año, el total incumplido suma unos USD 8.000 millones, entre intereses y capital vencido, de los cuales solo USD 140 millones son de la emisión 2034.