A partir de mañana inicia oficialmente el periodo de dictadura de Nicolás Maduro, quien se posicionará como presidente de Venezuela en el transcurso 2019-2025, hecho que no ha tenido apoyo ni reconocimiento de la comunidad internacional.

El día de mañana 10 de enero, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro asumirá un nuevo mandato de seis años que la mayor parte de la comunidad internacional ya anunció que no reconocerá por ser producto de unas elecciones que el Parlamento de ese país, de mayoría opositora, califica de “fraudulentas”, tras las comicios que se llevaron a cabo el 20 de mayo de 2018 en el que “carece de legitimidad por no haber contado con la participación de todos los actores políticos venezolanos”.

De esta manera, los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía, instaron al mandatario venezolano a que no asuma la Presidencia, por considerar que el proceso electoral del 20 de mayo de 2018 “carece de legitimidad”, además de anunciar algunas medidas sancionatorias, tales como “impedir a los altos funcionarios del régimen venezolano la entrada al territorio de los países del grupo” y “elaborar listas de personas naturales y jurídicas cuyas entidades bancarias deberán prevenir el acceso al sistema financiero”, según lo manifestó el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Carlos Holmes Trujillo García.

“No contó con la participación de todos los actuales políticos venezolanos, ni con la presencia de observadores internacionales independientes, ni con las garantías y estándares internacionales necesarios para un proceso libre, justo y trasparente; en consecuencia, no reconoce la legitimidad del nuevo periodo presidencial del régimen de Nicolás Maduro”, manifestó el Grupo en un comunicado firmado por los cancilleres de las naciones asistentes al encuentro.

De la misma manera, la oposición y la mayoría de las naciones latinoamericanas, así como EEUU y la UE desconocen al régimen venezolano, el dictador a cargo y sus copartidarios insisten en extender su control al frente del país.

Así mismo, cabe recordar que dos dos días antes de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, asumiera un segundo mandato, la vocera de la diplomacia europea, Maja Kocijancic, dijo en rueda de prensa que no consideran “que la elección presidencial (de 2018) en Venezuela no fue libre ni creíble. La UE pide una nueva elección libre y justa”.

Por su parte, el presidente de la República, Nicolás Maduro, señaló este miércoles que varios países han convertido la juramentación de un país democrático en una “guerra mundial” con el propósito de desestabilizar a la nación.

“Han convertido la toma de posesión en una guerra mundial, lo que hemos visto en las ultimas semanas no tiene parangón, se han desatado las fuerzas extremistas contra Venezuela con el único objetivo de desestabilizar nuestro país, llenarlo de violencia, de confusión, de caos, para ponerle la mano a las riquezas de Venezuela, para torcer el rumbo a su historia”, manifestó desde el Palacio de Miraflores, al oeste de Caracas.

La mayoría de sus ciudadanos, emigrantes y comunidad internacional en especial, exigen al gobierno de Nicolás Maduro dejar el poder de mandato de Venezuela, pues ha generado crisis humanitarias y ha afectado en muchos ámbitos al país suramericano.