Desde que se conoció la orden del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de militarizar el estado venezolano de Táchira, que limita con el departamento de Norte de Santander, en Colombia, un clima de inquietud se instaló en los municipios fronterizos del territorio nacional por cuenta de esta maniobra militar que podría escalar en una crisis humanitaria en plena línea divisoria.
Aunque la Cancillería colombiana entregó este jueves un parte de tranquilidad en el ingreso y salida de personas a lo largo de los siete pasos terrestres que comparten estas naciones vecinas, los gobiernos locales de Cúcuta y Villa del Rosario permanecen alerta y estudian la posibilidad de discutir la tensión que se vive del lado venezolano en una mesa técnica, con el fin de diseñar una ruta de atención ante un posible éxodo de migrantes huyendo de territorio vecino.
Es una situación que amerita tomar medidas en los próximos días, junto con Gobernación de Norte de Santander, municipios fronterizos y Gobierno Nacional
“Nos preocupa ahora que haya un desplazamiento masivo hacia Colombia, porque las personas que llegan están salvando su vida. En Venezuela, a cualquier colombiano lo tachan de paramilitar y lo empiezan a judicializar, entonces están mirando como huir de ese país. Como no pueden pasar por el puente, pasan por las trochas. Es una situación que amerita tomar medidas en los próximos días, junto con la Gobernación de Norte de Santander, los municipios fronterizos y el Gobierno Nacional”, señaló Pepe Ruiz, alcalde de Villa del Rosario.
Tras registrarse en el estado venezolano de Táchira disturbios y saqueos en los que perdió la vida un adolescente de 15 años, el presidente Nicolás Maduró ordenó este miércoles el traslado de 2.000 guardias y 600 tropas de operaciones especiales hacia esta zona del país que colinda con Colombia.
Este incremento del pie de fuerza también despertó una preocupación en la Alcaldía de Cúcuta, cuyos secretarios de Seguridad Ciudadana y Gobierno se sumarán al estudio de una estrategia humanitaria que atienda el incremento del flujo migratorio que a diario registra el paso de unas 45.000 personas.
En las últimas semanas, las redes sociales se han convertido en un relato vivo de los habitantes del lado venezolano de la frontera entre Colombia y Venezuela, quienes no paran de retratar los momentos de violencia que se viven por cuenta de los enfrentamientos entre la Guardia venezolana y los manifestantes de la oposición.
Las imágenes revelan el caos y el drama que han dejado una estela de actos vandálicos, desórdenes y destrucción en medio de estas refriegas.
[Vía: El Tiempo]
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