En la semana del 22 al 26 de mayo, el precio de la tasa en el mercado negro subió 272.3 bolívares para marcar el viernes 6,079.87, alcanzando un nuevo hito en la cotización de la moneda.

La puesta en marcha en Venezuela del Sistema de Divisas del Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado (Dicom) y la pérdida de valor del bolívar frente al peso colombiano llevó la cotización del dólar en el mercado negro a sobrepasar la barrera de los 6,000 bolívares, una señal de que la inflación continuará su avance indetenible.

En la semana del 22 al 26 de mayo, el precio de la tasa en el mercado negro subió 272.3 bolívares para marcar el viernes 6,079.87, alcanzando un nuevo hito en la cotización de la moneda.

“Teníamos semanas esperando el nuevo Dicom y lo único nuevo ha sido una banda cambiaria cuyo límite superior era cerca de un tercio del paralelo. La subasta contingente hace explícita la intención de continuar racionando discrecionalmente las divisas, y el mantenimiento del Dipro, la continuación del opaco reparto de dólares a 10 bolívares cada uno. El nuevo Dicom presume de transparente, pero el BCV sigue sin publicar cifras oficiales. Este Dicom nos deja peor que antes, porque queda claro que el gobierno seguirá haciendo lo mismo a pesar de lo mal que nos ha ido. De este modo, al único que fortaleció la medida fue al paralelo (dólar del mercado negro)”, dijo al diario digital El Estímulo Ronald Balza, economista y decano de la Universidad Católica Andrés Bello.

Los métodos de cálculo del dólar paralelo son indirectos, y no recogen todos los intercambios que efectivamente se hacen de bolívares por dólares en Venezuela. “El marcador de referencia parece seguir calculándose a través del peso en Cúcuta (Colombia). La caída del precio del bolívar en la frontera ha sido consecuencia de controles de precios y de cambio, cierres de frontera, escasez en el estado Táchira, expansión monetaria en Venezuela, economía subterránea en la frontera y malas noticias provenientes de las políticas del gobierno venezolano. La aparición del nuevo Dicom, en medio de las protestas y el llamado a una Asamblea Constituyente, es una pésima noticia que impulsa el salto del paralelo”, detalló.

Las perspectivas negativas que se mantienen sobre el futuro cercano de Venezuela presionan la demanda del dólar en el único mercado que funciona como tal.

El precio de la divisa, de acuerdo con el reporte de DolarToday (página que da cuenta de la cotización a diario) se ubica en 6,079.87 bolívares por dólar, mientras que en las mesas de dinero se ofrece 50 bolívares más.

El gobierno, después de varios anuncios fallidos, pone en práctica el Dicom para dar una sensación de confianza con un mecanismo supuestamente transparente que le permita captar divisas en medio de la sequía que las mismas autoridades han provocado con controles y restricciones. A este cuadro se le suma la caída de los ingresos petroleros con una caída en los volúmenes de producción, que ha acentuado la recesión económica.

El Dicom arranca en un escenario de conflictividad política, luego que el Tribunal Supremo de Justicia desconociera la Asamblea Nacional y asumiera sus funciones. Aunque la decisión fue revertida parcialmente, alertó a la comunidad internacional sobre las verdaderas intenciones del gobierno de Nicolás Maduro.

Tras un mes de fuertes protestas que mantienen a los venezolanos en las calles para que se restituya el hilo constitucional y se celebren elecciones, el primer mandatario nacional convocó una Asamblea Nacional Constituyente ilegítima para elaborar una nueva Constitución y reestructurar el Estado.

Con este panorama de fondo, el gobierno devalúa el bolívar al menos 60% de acuerdo con las bandas fijadas por el Banco Central de Venezuela (1,800 bolívares – 2,200 bolívares) y el ente emisor cierra una operación de venta de bonos de PDVSA 2022 a Golman Sachs a través de un intermediario, con un descuento de 69 por ciento.

El gobierno busca formas de financiar el proceso constituyente, la apuesta más importante de Maduro y que de ser aprobado en las condiciones impuestas pondría fin a lo que resta del sistema democrático.

[Vía: El Economista]