La crisis en Venezuela fue el tema central de la audiencia realizada este jueves por el Congreso de Estados Unidos. En ese sentido, el senador republicano Marco Rubio señaló que seguirán apoyando a los venezolanos hasta lograr que recuperen su democracia.
“La lucha de los venezolanos para la restauración de la libertad no la vamos a dejar de lado. El régimen de Maduro va a esperar hasta que el mundo deje de poner atención en Venezuela, pero eso no va a pasar. Estaremos el tiempo que sea necesario“, indicó.
Destacó que si otros 2 millones de venezolanos deciden emigrar, “esto colapsaría los recursos disponibles en Colombia y países aledaños. Se puede transformar en una catástrofe regional y eso le preocupa a EEUU”.
Rubio también aprovechó la oportunidad para denunciar que “el régimen de Maduro cobra una tarifa para que las Fuerzas Armadas protejan a los aviones que trafican droga, hay un incremento de la violencia donde estos grupos están operando”.
“Maduro no lo ha hecho solo, lo ha hecho con el gobierno de Cuba que ha infiltrado todas sus fuerzas de seguridad, con Rusia que sigue dándoles oportunidades para no cumplir con las sanciones y con China”.
Asimismo, aseguró que la crisis en Venezuela no es producto de las sanciones, “se debe al robo del gobierno y sus secuaces (…) La crisis se ha exacerbado por la falta de voluntad del régimen de Maduro al impedir que ingrese la ayuda”.
“En el 2018 un estudio estableció que el 90% de los venezolanos vivían en pobreza, mientras que todos los líderes en el poder están en sobrepeso. Las enfermedades contagiosas se están incrementando”, añadió al tiempo que comentó que Venezuela fue el país más rico de Latinoamérica y ahora no tiene electricidad, tiene negocios cerrados, no hay medicinas ni alimentos, “si alguien piensa que eso producto de las sanciones, no es cierto”.
El senador agregó que el pueblo venezolano sigue sufriendo “hambruna de forma trágica”: “El régimen ha usado el sufrimiento como una arma política. Secuaces del gobierno revenden mercancía del CLAP”.
Elliott Abrams, encargado especial de Estados Unidos para la crisis venezolana, acotó que “no es deseable una intervención y no es el sendero que queremos seguir, cualquier intervención debe ser aprobada por este Congreso”, comentario al que Mark Green se le unió.
“Estamos testificando en Venezuela una de las peores catástrofes humanitarias en el hemisferio occidental. El pueblo de Venezuela goza del apoyo de EEUU”, expresó.
Por su parte, Mark Green quien es director de USAID, señaló que “necesitamos trabajar por un futuro más práctico y democrático en Venezuela”, al tiempo aseveró que “es una tragedia lo que sucedió el 23 de febrero con la quema de la ayuda humanitaria pero afortunadamente la pérdida fue mínima y estamos trabajando para volver a enviarla”.
“Hablar de una intervención militar fortalece a los dictadores y continua ofreciendo la oportunidad de que le echen la culpa a EEUU. Nuestro único interés es la libertad y democracia en Venezuela”, afirmó el senador Tim Kaine.
El senador Ben Cardin indicó que es “trágico” que el gobierno de Maduro prefiera alimentar “su propia avaricia que alimentar a los niños y familias que están hambrientos en Venezuela”.
“El pueblo de Venezuela merece que se respeten sus derechos humanos. El pueblo de Venezuela ha sufrido las consecuencias de esta crisis humanitaria”, dijo.
De igual forma, el senador Bob Menéndez expresó que van a trabajar con los países de la región para entregar la ayuda humanitaria tan necesaria y “apoyo con firmeza la presión económica para aplicar sanciones necesarias y así lograr una solución”.
“El enfrentamiento de la tiranía requiere un compromiso sostenido. Para restablecer la democracia y libertad en Venezuela se va a requerir mucho tiempo.
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