Estados Unidos opinó que la marcha atrás parcial del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano a dos de sus sentencias, demuestra la “falta de separación de poderes” en Venezuela, e instó a que se “restauren completamente los derechos y autoridades” a la Asamblea Nacional.
Un funcionario del Departamento de Estado de EE.UU restó peso a la decisión del TSJ de dar marcha atrás a su intención de asumir las atribuciones del Parlamento, al asegurar que la Corte “solo ha revertido parcialmente apenas dos de sus muchas sentencias recientes que eliminaban poderes a la Asamblea Nacional”.
“Y lo ha hecho después de consultas a última hora de la noche con el Ejecutivo (liderado por el presidente Nicolás Maduro), lo que demuestra aún más la persistencia de una falta de separación de poderes en Venezuela”, dijo el funcionario estadounidense, que pidió el anonimato.
“Seguimos urgiendo a que se restauren completamente los derechos y autoridades a la Asamblea Nacional elegida democráticamente, que se establezca rápidamente un calendario electoral y se liberen inmediatamente todos los presos políticos”, añadió la fuente.
El funcionario insistió en que “la responsabilidad de actuar sigue estando en manos del Gobierno de Maduro”.
“En lugar de privar a instituciones de Venezuela de la capacidad democrática de toma de decisiones, el Gobierno venezolano debería cumplir los compromisos que hizo durante el proceso de diálogo en 2016, sus obligaciones con su propio pueblo y sus promesas bajo la Carta Democrática Interamericana”, subrayó.
El TSJ venezolano informó a través de un comunicado de que suprime algunas partes de dos polémicas sentencias que había emitido esta semana, lo que deja sin efecto su decisión de asumir las competencias del Parlamento.
Lo hizo después de que el Consejo de Defensa de la Nación, una instancia de consulta del jefe de Estado venezolano, se reuniera a petición de Maduro y exhortara al TSJ a revisar esas sentencias.
La decisión del Supremo venezolano de asumir las competencias de la Asamblea había originado en la oposición venezolana y en todo el continente una fuerte reacción por parte de distintos países.
Estados Unidos forma parte de un grupo de países que el viernes pasado preparaban un borrador de resolución para votarlo este próximo lunes en la Organización de Estados Americanos (OEA), con el fin de que el organismo declarase que la decisión del TSJ de asumir las facultades de la AN era una “violación del orden constitucional”.
Pero la marcha atrás del TSJ no ha sido suficiente a ojos de Estados Unidos, que lleva más de un año expresando su preocupación sobre la separación de poderes en Venezuela, en particular desde que el Supremo venezolano declaró en enero de 2016 en desacato a la Asamblea Nacional elegida en las urnas el mes anterior.
La oposición venezolana tampoco ha celebrado la decisión, por considerar, en palabras del presidente del Parlamento, Julio Borges, que el “golpe de Estado” no se puede corregir suprimiendo una sentencia, y anunció que seguirá llamando a protestas en la calle.
Por su parte, el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, opinó hoy en un mensaje en su cuenta de Twitter que “de una ruptura institucional no se sale con aún más alteración del orden constitucional”.
[Vía: RCN]
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