La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, no abandonará su cargo aunque el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) dicte sentencia en su contra y la destituya de aquí al próximo lunes. Así lo asegura en declaraciones a ABC su esposo, el diputado -chavista crítico- Germán Ferrer, que explica: «El compromiso que tenemos con el país nos obliga a enfrentar las acciones ilegales del máximo tribunal».
El presidente del TSJ, Maikel Moreno, anunció que se tomaría una decisión en cinco días a partir de la audiencia celebrada el pasado martes en ausencia de la fiscal para determinar si la enjuicia. Se la acusa, a instancias del diputado madurista Pedro Carreño, de mentir al no haber firmado el acta de 13 magistrados designados irregularmente en 2015.
El Supremo viene siguiendo los dictados del presidente, Nicolás Maduro, empeñado en sacar adelante su proyecto de Asamblea Constituyente pese a las críticas de inconstitucionalidad, incluso en el seno del chavismo.
«El compromiso con el país nos obliga a enfrentar las acciones ilegales del máximo tribunal»Germán Ferrer, diputado del PSUV y marido de la fiscal Luisa Ortega
La fiscal defiende que el único poder que la puede destituir es la Asamblea Nacional, controlada desde hace año y medio por la oposición. En caso de que el TSJ decida recurrir a la fuerza para apartarla del cargo, Ferrer reconoció que «quien tiene la fuerza es el Estado», aunque «la fiscal general, como representante de una institución, tiene la fuerza moral para seguir adelante contra una medida que está violando el Estado de Derecho», explicó.
El diputado aclaró, por otra parte, que su denuncia lanzada inicialmente el jueves a través de «El Nacional» de que un tribunal de Caracas preparaba una orden de arresto contra su esposa era falsa alarma. «Fue una información extraoficial que recibí de buena fuente para alertar. Afortunadamente no se ha concretado», explicó.
No obstante, comentó que la fiscal general ha sido «atacada y amenazada de manera implacable e inclemente» y por eso necesitan «salvaguardar su integridad física». En este sentido, han tomado «medidas de precaución» y alertarán de «cualquier agresión que pudiera ocurrir contra la fiscal». «Estamos en indefensión total», confesó.
Entre tanto, Katherine Harrington, designada vicefiscal por el Supremo de forma ilegal después de que Ortega nombrara para el puesto a Rafael González, intentó este viernes por segundo día consecutivo acceder a la Fiscalía General.
«Voy a estar en esta lucha hasta que desaparezca la ruptura constitucional»Luisa Ortega, fiscal general de Venezuela
En esta ocasión lo hizo a tres manzanas de la sede principal, en los alrededores de unas oficinas del Ministerio Público en el Parque Central, donde amenazó con «destituir y encarcelar al funcionario que se niegue a dejarla entrar en alguna oficina de la Fiscalía». Ya el día anterior, Ortega impidió que entrara y acusó al TSJ en un comunicado de «usurpar» sus funciones.
La propia Ortega participó este viernes, vía telefónica, en el Foro Sobre la Separación de Poderes. La fiscal reiteró que la Asamblea Constituyente convocada por el presidente no resolverá los problemas del país. «Voy a estar en esta lucha hasta que desaparezca la ruptura constitucional», advirtió.
[ Vía: ABC]
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