«La OEA ha demostrado ser un enemigo de la democracia en Venezuela», dijo Carmen Velázquez, representante venezolana, durante una intervención en el consejo permanente de la organización regional.
Venezuela responsabilizó el miércoles a la Organización de Estados Americanos (OEA) de instigar una «ola de violencia» de opositores al gobierno de Nicolás Maduro, que provocó la «trágica muerte» de decenas de venezolanos.
«La OEA ha demostrado ser un enemigo de la democracia en Venezuela», dijo Carmen Velázquez, representante venezolana, durante una intervención en el consejo permanente de la organización regional.
Velázquez reiteró la denuncia hecha en abril por Caracas de un «plan intervencionista» de la OEA, «liderado por Estados Unidos y un grupo minoritario de países» con el fin de derrocar a Maduro.
«Como resultado, los sectores extremistas de la oposición venezolana iniciaron una ola de violencia en las calles, que provocó la trágica muerte de decenas de nuestros connacionales. La OEA es corresponsable de este acto criminal», dijo.
Según Velázquez, «durante meses la OEA ignoró la violencia delictiva de los grupos opositores, promovió a los líderes más antidemocráticos y contribuyó a mantener un clima de zozobra con sus continuos pronunciamientos sobre la situación interna».
Las protestas opositoras en Venezuela dejaron unos 125 muertos entre abril y julio.
Velázquez denunció además «acciones francamente grotescas» respaldadas por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, entre ellas el reconocimiento de un tribunal supremo de justicia en el exilio, a cuyos miembros llamó «mercenarios».
También tildó de «circo» y «esfuerzo desesperado» la iniciativa de Almagro de realizar audiencias con el fin de evaluar presentar el caso de Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de lesa humanidad.
Y rechazó nuevamente lo que llamó un intento de Almagro de socavar el diálogo de Maduro con algunos sectores de la oposición.
«Nuestro mensaje para la OEA es muy simple: fracasaron y fracasarán en todo intento de violar la voluntad de nuestro pueblo y el derecho internacional», concluyó.
No es la primera vez que Venezuela rechaza lo que ha definido como «graves violaciones a la institucionalidad de la OEA», y que llevaron a Maduro a anunciar a fines de abril el retiro del país del bloque hemisférico, un proceso que tardará dos años en concretarse.
La representación venezolana en la OEA ha sentado su disconformidad con el organismo en discursos pronunciados al final de la sesión del Consejo, en el apartado «Otros asuntos», sin plantear su ponencia en el orden del día.
El miércoles, mientras leía su declaración, Velázquez fue interrumpida varias veces por la presidenta del Consejo, la canadiense Jennifer May Loten, que le solicitó «poner punto final por falta de tiempo». La embajadora venezolana continuó igualmente hasta finalizar y dejó sentada su protesta.
«Es muy lamentable», dijo el representante de Bolivia, Diego Pary, que también pidió que se registrara en actas su molestia.
[Vía: El País]
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