El régimen de Nicolás Maduro denunció este jueves en la reunión de países emergentes que impulsa la ONU en Buenos Aires, que su economía ha perdido hasta ahora más de 24.000 millones de dólares por el “ataque despiadado” de las medidas internacionales como las sanciones de Estados Unidos contra Pdvsa.
“En el contexto de la agresión contra nuestra economía, el papel de las Naciones Unidas resulta fundamental”, expuso Juan José Valero, embajador de Venezuela en Argentina, durante la II Conferencia de Alto Nivel de la ONU sobre la Cooperación Sur-Sur.
Para Valero, este tipo de cooperación y la implementación de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible requiere del “pleno respeto de las normas del derecho internacional”, tras lo que lamentó las “medidas coercitivas unilaterales” a las que aseguró está sujeto su país.
Hizo mención a la “violación de los principios consagrados en la carta de Naciones Unidas” en el marco de una “continuada política de agresión” hacia Venezuela, que vive una crisis política, económica y social que ha llevado a países como Estados Unidos a condenar el régimen de Maduro y a tomar acciones que limiten su fuerza.
Las “medidas ilegales y arbitrarias” sufridas por Caracas, según continuó Valero, han significado un “ataque sistemático y sin precedentes” al sector petrolero venezolano, fuente principal de los ingresos públicos nacionales. “Ello se traduce como el robo de los activos de nuestra filial petrolera estatal Pdvsa ubicada en Estados Unidos”, y también señaló que el Banco de Inglaterra “robó sin aviso” reservas del oro venezolano por más de 2.000 millones de dólares.
Nunca antes, según remarcó, Venezuela ha sufrido un “ataque tan despiadado” contra su economía, su derecho al desarrollo y sobre el derecho humano a su población. “Hasta el momento, nuestro país ha perdido más de 24.000 millones de dólares, como consecuencia de estas acciones”, subrayó.
La crisis venezolana se agravó tras el juramento en enero de Maduro para un periodo presidencial de seis años. En respuesta a esto, el líder del Parlamento, Juan Guaidó, se proclamó presidente interino al considerar que Maduro usurpa la Presidencia por ganar unos comicios tachados de fraudulentos.
Desde entonces, el líder parlamentario ha recibido el respaldo de más de cincuenta países, entre ellos el de Estados Unidos.
EE.UU. fue el primer país del mundo en reconocerlo como presidente interino el 23 de enero y, desde entonces, ha tomado varias acciones para presionar a Maduro, entre las que se incluyen revocación de visados y sanciones a la empresa Pdvsa.
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