Los avances tecnológicos mal empleados pueden desembocar en prácticas nefastas; es lo que está ocurriendo en Venezuela. Según afirmar Reuters en su reporte especial en abril de 2008, el entonces presidente venezolano Hugo Chávez envió a funcionarios del Ministerio de Justicia a visitar a sus homólogos en el centro de tecnología chino de Shenzhen.
La misión era conocer el funcionamiento del programa nacional de documentos de identidad de China, según dijo un miembro de la delegación venezolana.
Pero una vez en Shenzhen, los venezolanos se dieron cuenta de que una tarjeta podía hacer mucho más que solo identificar al dueño del documento.
En la sede del gigante chino de telecomunicaciones ZTE Corp, la delegación aprendió cómo China, mediante el uso de tarjetas inteligentes, estaba desarrollando un sistema que ayudaría a Pekín a seguir el comportamiento social, político y económico.
“Lo que vimos en China cambió todo”, dijo el asesor técnico Anthony Daquin, miembro de aquella delegación venezolana.
Su asombro inicial, dijo, se volvió gradualmente en temor de que un sistema así pudiera llevar a cometer abusos contra la privacidad de las personas en Venezuela.
“Ellos buscaban tener el control de los ciudadanos”, agregó. Al año siguiente, cuando Daquin confesó sus preocupaciones a funcionarios venezolanos, fue detenido y extorsionado por agentes de inteligencia, dijo el asesor a Reuters.
Le rompieron varios dientes al golpearlo con una pistola y lo acusaron de “traidor”, aseguró Daquin, quien dijo que por eso huyó del país. El proyecto languideció, pero 10 años después, Venezuela acaba de lanzar “el carnet de la patria”. Fuente Reuters
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