Miles de opositores venezolanos marcharon este domingo al cumplirse 100 días de protestas con 91 muertos, para reafirmar que seguirán en las calles buscando la salida del presidente Nicolás Maduro y la liberación plena de Leopoldo López y todos los políticos presos.
«Cien días y sigo en rebeldía contra la tiranía», se leía en pancartas que levantaban muchos de los 2.000 opositores que se concentraron en el este de Caracas, quienes también llevaban afiches y camisetas con el rostro de López.
Símbolo de los opositores encarcelados, López quedó el sábado bajo arresto domiciliario luego de tres años y cinco meses en prisión, tras lo cual la oposición llamó a seguir protestando hasta lograr «su libertad plena y la del país».
La oposición ve la salida de López de prisión como un «triunfo» de las protestas, pero aseguran que seguirán «luchando» por la liberación plena de él y de los 431 «presos políticos» que aseguran hay en Venezuela.
El gobierno cedió al abrir la celda a quien tildan de un «monstruo», y López aceptó salir pese a haber dicho que solo lo haría con libertad plena y tras la liberación de todos los opositores presos.
Pero su esposa Lilian Tintori, con quien tiene dos hijos, aseguró que «no hubo negociación para que Leopoldo esté en su casa».
«Fue una decisión unilateral del gobierno de Nicolás Maduro. No se negocia la libertad, los derechos humanos, la dignidad, jamás», declaró Tintori, recibida entre ovaciones en la concentración.
Aseguró además que el político mantiene firme su oposición a Maduro, según expresó el sábado en una carta en su primer mensaje tras la excarcelación.
«Lo dijo: no voy a abandonar la lucha, no voy a claudicar, por el contrario, vamos a luchar más», recordó Tintori.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que la oposición acusa de servir al gobierno, alegó «problemas de salud» para dar casa por cárcel a López, a quien fue puesto un brazalete electrónico.
Según Tintori, la medida era «urgente» porque en los últimos días en la cárcel López bajó seis kilos, tuvo serios problemas estomacales y recibió «tratos crueles e inhumanos».
– ¿Rumbo a una salida a crisis? –
López, de 46 años, fue detenido en febrero de 2014 y condenado a casi 14 años, acusado de instigar a la violencia en las protestas contra Maduro de ese año, que dejaron 43 fallecidos.
Su excarcelación se dio tras meses de gestiones del expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, quien medió el año pasado en una fracasada negociación entre gobierno y oposición, y a quien Tintori agradeció.
Rodríguez Zapatero dijo esperar que este «paso» permita «avanzar» hacia la paz, la «convivencia democrática» y «en la búsqueda de soluciones concertadas» a la crisis.
La salida de prisión fue saludada por gobiernos de América Latina, España y Estados Unidos. Luis Almagro, secretario general de la OEA, duro crítico de Maduro, ve una «oportunidad de reconciliación» y una «salida democrática».
Maduro, quien acusa a la oposición de promover la violencia en las protestas para darle un golpe de Estado, pidió a la oposición aceptar un «diálogo» y a López un «mensaje de rectificación y de paz».
El analista Luis Vicente León cree que al gobierno le interesa bajar la tensión ante el riesgo de una mayor desestabilización y una fractura en la Fuerza Armada, mientras la oposición moderada quiere evitar «el suicidio en una situación de perder-perder».
Pero una negociación «implica concesiones», advirtió León. «Nadie ofrece su cabeza de forma voluntaria», agregó.
La fiscal general, Luisa Ortega, chavista devenida en la mayor crítica de Maduro, cree que el gobierno busca lavar su imagen con esa excarcelación.
Ortega podría ser destituida pronto por un juicio que impulsa el oficialismo, lo que desataría otra lluvia de críticas contra el gobierno, tras la tormenta de la semana pasada por la irrupción violenta de un grupo chavista en el Parlamento de mayoría opositora.
[Vía: El Espectador]
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