Calles de Caracas volvieron a ser un infierno y en redes sociales se evidenció la violencia que usaron algunos guardias para contener a estudiantes.
Un día después de violentos choques en los que murieron un manifestante y un policía, y otros dos civiles resultaron gravemente heridos, cientos de estudiantes intentaron marchar hacia el Ministerio de Interior, pero la policía se los impidió.
Estos disturbios se produjeron en la Universidad Central de Venezuela (UCV, pública), la principal del país, donde los agentes antimotines lanzaron bombas lacrimógenas que un grupo de jóvenes encapuchados respondió con piedras y cócteles molotov.
“Somos estudiantes, no somos terroristas”, gritaban manifestantes a los uniformados que bloquearon una de las principales entradas a la universidad con camiones blindados.
Estudiantes -entre los más confrontativos en las marchas- organizaron debates en la UCV y en otras universidades del país, y luego salieron a las calles para rechazar una Asamblea Nacional Constituyente que convocó Maduro y exigir su salida del poder.
Un grupo llegó a la Conferencia Episcopal, donde entregaron un mensaje a la Iglesia y al papa Francisco, quien ha expresado preocupación por la violencia.
“El mensaje al papa: nos están matando, es una dictadura. Que la Iglesia se sume a las movilizaciones”, dijo Santiago Acosta, de la privada Universidad Católica Andrés Bello, al entregar la misiva.
Estos enfrentamientos volvieron a cobrar una víctima fatal: Armando Cañizales, un miembro de la sinfónica juvenil que fue recibido por un doctor sin signos vitales.
“Yo no podría decirte que fue un revolver o una pistola, lo que si te puedo decir es que es un proyectil de alta velocidad produjo un orificio y le produjo la muerte”, aseguró Enrique Montbrun, director de salud de Baruta.
En total van 35 víctimas fatales y Venezuela ora para que Pedro Yammine Escobar, atropellado por una tanqueta, no se convierta en el 36.
Gobierno invitó a oposición a hablar sobre la constituyente el próximo lunes en el Palacio de Miraflores.
Impedir salida de la OEA
El Parlamento de Venezuela, controlado por la oposición, presentó este jueves ante la Organización de Estados Americanos un alegato para impedir la salida del país del bloque regional, como había decidido el presidente Nicolás Maduro.
El presidente de la Asamblea Nacional, el diputado opositor Julio Borges, entregó personalmente al secretario general, Luis Almagro, “documentos aprobados de manera unánime por el Parlamento venezolano que frenan y que impiden que Venezuela pueda salirse de la Organización de Estados Americanos”.
“Esto pararía el reloj de los dos años”, dijo el legislador a periodistas tras la reunión, en referencia al plazo fijado en la Carta de la OEA para el completo retiro de un país de la organización.
Almagro no ofreció declaraciones y la OEA no explicó si o de qué manera la nueva documentación afectará el proceso de salida de Venezuela, que Maduro inició formalmente el pasado viernes.
Pero fuentes del ente multilateral dijeron que los argumentos del Parlamento deberán ser incluidos en un examen interno sobre la decisión de Venezuela, que no tiene precedentes.
La documentación presentada por Borges incluía un decreto aprobado por la mayoría opositora del Parlamento y soporte legal para rechazar la salida de Venezuela de la OEA, y fue entregada tanto a Almagro como al Consejo Permanente, el órgano de decisión de los 34 países que son miembros activos de la organización.
[Vía: Noticias Caracol]
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