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Irán y Rusia se han erigido como un obstáculo para los recortes a la producción petrolera global, en momentos en que la Organización de Países Productores de Petróleo lleva a cabo intentos diplomáticos de ultimo minuto antes de su reunión del miércoles, según el diario The Wall Street Journal.

La OPEP acordó en septiembre recortar la producción para reducir un exceso global de producción de crudo, pero dejó los detalles sobre cuánto recortar para la reunión del miércoles en Viena. Esta reunión se presenta dos años después que la OPEP decidiera dejar que los precios cayeran, en momentos en que el mercado caía a mínimos históricos que abrieron el camino a un período de precios bajos para los consumidores.

Rusia, que no forma parte de la OPEP, dijo la semana pasada que estaba dispuesta a mantener su producción en los niveles existentes, pero no acordó reducir la cantidad que bombea, la cual es la mayor de cualquier país. Irán dijo el sábado que negocia una exención a los recortes, el tercero dentro del cartel de 14 países, detrás de Arabia Saudita e Irak.

Funcionarios saudíes están preocupados por la reticencia de esos dos países a unirse a los recortes, según funcionarios de la OPEP, ya que temen que si reducen su producción, los otros países aprovecharán y le quitarán participación de mercado al reino, tal como ocurrió durante la década de los 80. Mientras que países que han sufrido interrupciones en su producción como Nigeria y Libia probablemente reciban exenciones, los funcionarios saudíes no desean hacer sacrificios para luego permitir que Irán, su rival, siga incrementando su producción.

El domingo, el ministro de Energía saudí, Khalid al-Falih, indico que el mercado petrolero se rebalanceará por su mismo y cuestionó la necesidad de recortes de producción, según Reuters.

Arabia Saudita abandonó un acuerdo en abril para que los miembros de la OPEP y Rusia congelaran su producción a cierto nivel debido a que Irán se abstuvo de participar. Irán y Arabia Saudita han sido rivales por el poder en Medio Oriente desde hace muchos años y están en los lados opuestos de violentos conflictos en Siria y Yemen. Arabia Saudita es de mayoría suní, mientras que Irán es de mayoría chiita.

Los precios del petróleo subieron el lunes, con el crudo Brent subiendo 1,84% a US$48,11 y el West Texas avanzando 1,85% a US$46,91.

Los ministros de Petróleo de Argelia y Venezuela Noureddine Bouterfa y Eulogio del Pino, viajaron a Moscú el lunes para tratar de convencer a los rusos. Entre tanto, los representantes de la OPEP se reunieron en su sede en Viena para tratar de resolver sus diferencias a puerta cerrada.

En la reunión, funcionarios iraníes e iraquíes indicaron que considerarían congelar su producción, aunque aún no se sabe si esos niveles serían suficientes para los saudíes, según una fuente al tanto.

Rusia desea que los precios suban, ya que depende del petróleo y el gas para poco menos de la mitad de sus ingresos nacionales. Sin embargo, el país tiene menos margen de maniobra que Arabia Saudita, ya que buena parte de la industria petrolera de Rusia sigue bajo sanciones de occidente y sus campos en Siberia podrían sufrir daños si se suspenden operaciones.

Por su parte, Irán tiene menos incentivos para recortar su producción.

El país trata de recuperar la participación de mercado que disfrutaba antes de las sanciones de occidente debido a su programa nuclear arruinaran a su industria energética. Incluso a precios bajos, a Irán le beneficia forjar relaciones con las refinerías europeas y los compradores asiáticos.

Funcionarios iraníes dicen que desean bombear cerca de cuatro millones de barriles al día antes de considerar unirse a la OPEP, ya sea en un acuerdo para mantener estable la producción o recortarla. El país le dijo a la OPEP este mes que está bombeando cerca de 3,92 millones de barriles al día, aunque fuentes independientes ponen su producción en cerca de 3,7 millones de barriles al día.

[Vía:  The Wall Street Journal]