Tras la culminación del proceso electoral municipal del pasado 8 de diciembre, el país sigue conmocionado en su aspecto económico, a causa de las recientes acciones oficiales que buscan restablecer el equilibrio de los precios. Sin embargo, la expectativa por el cierre inflacionario está presente. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (Inpc) está cerca de sobrepasar el acumulado del 50%.

Los agentes económicos se preguntan si estos cambios y rebajas en los precios de los productos tendrán alguna incidencia importante en la variable inflacionaria, que hasta octubre acumula una tasa de 45,8%. Por su parte, el Gobierno espera que sus acciones de ofensiva económica rindan frutos para bajarle puntos a la variable que amenaza, nuevamente, en convertirse en la más alta del continente.

Mientras tanto, se sigue esperando el resultado inflacionario correspondiente al mes de noviembre por parte del Banco Central de Venezuela (BCV).

El presidente Nicolás Maduro, la semana pasada, señaló que las medidas tomadas para bajar los precios deberían reflejarse positivamente en los índices de precios, hasta señaló que habría lugar para una deflación en el mes de noviembre. “La inflación debería ubicarse en un -5%”, comentaba.

Para el economista José Ramón Acosta, la realidad está lejos de ese pronóstico presidencial. El experto explica que factores como la baja oferta y escasez a causa del retraso en la entrega de divisas, aunado al incremento de la demanda, hacen que la inflación se acelere para esta fecha.

Desde el año 1987, y en una secuencia ininterrumpida hasta 1999, la inflación anual en Venezuela excedió el 20%, según reseña el informe del economista Francisco Vivancos, de la Gerencia de Investigación económica del Banco Mercantil para el mes de septiembre. Para este investigador, la reanimación de las presiones inflacionarias de este año está vinculada con un “deterioro” fiscal y monetario.

La liquidez monetaria alcanzó a mediados de noviembre la histórica cifra de 1,13 billones de bolívares según cifras del BCV. Pero, el gabinete económico ha lanzado algunas acciones recientes en el intento de recoger el exceso de circulante de la economía, como por ejemplo los aumentos en el nivel de encaje legal bancario y los bonos denominados en dólares y pagaderos en bolívares que anunció hace semanas el ministro de Finanzas, Nelson Merentes.

Tras registros inflacionarios por debajo del 20% entre los años 2000 y 2007, la senda de alta inflación se ha vuelto a retomar en los últimos cinco años. Y para el cierre de este 2013, las cifras, hasta el momento, indican que la variable inflacionaria podría sobrepasará la barrera anualizada del 60%, situación que no se observaba desde 1997.

Según el informe del Banco Mercantil, en el último quinquenio, las agrupaciones que han experimentado las más fuertes variaciones de precios son las vinculadas a los gastos de alimentación: bebidas Alcohólicas y Tabacos; alimentos y bebidas no alcohólicas y restaurantes y hoteles.

Los precios de los bienes (28,2%), particularmente en bienes agrícolas, están subiendo más que las tarifas y precios de los servicios (24,5%). Además, también se destaca que “el incremento sostenido de precios a nivel del consumidor final se presenta igualmente en los eslabones intermedios, que van desde el precio de los insumos y equipos hasta los precios mayoristas en la cadena de formación de los precios domésticos”.