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Por segundo día consecutivo los manifestantes, a favor y en contra del gobierno, se tomaron las calles de Caracas. Estas protestas ocurren en medio de un complicado clima político en el país, que también es azotado por una crisis económica y escasez de productos básicos para sus habitantes.

Este miércoles Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría opositora, aprobó un acuerdo rechazando al que consideran un golpe de Estado continuado, tras las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia que eliminaban las funciones del poder legislativo, en un fallo que fue modificado días después. Responsabilizan al presidente Nicolás Maduro y promovieron un proceso para destituir a los magistrados.

Durante la mayoría de las sesiones de este año, los diputados chavistas habían dejado sus curules vacíos alegando que la asamblea está en desacato. En esta oportunidad se incorporaron para fijar posición sobre el proceso de destitución de los magistrados.

Para Héctor Rodríguez, del Partido Socialista Unido de Venezuela, “no pueden destituir a ningún magistrado sin violar la constitución… dejamos constancia de la ilegalidad y del golpe de Estado parlamentario que ustedes están llevando a cabo”.

 Para la oposición el golpe lo impulsa el propio gobierno.

El proceso de destitución de los jueces del TSJ está en la Constitución Nacional. El artículo 265 establece que se requiere la declaratoria de falta grave por parte del consejo moral republicano. Por ello el parlamento este miércoles los emplazó a hacerlo.

Este jueves marchará la oposición desde siete puntos en representación de los siete magistrados que esperan destituir en la denominada “tranca contra el golpe”. Allí recogerán firmas para solicitarle al poder ciudadano que apoye la solicitud. Entretanto, el oficialismo se movilizará, dice, en defensa de la constitución.

[Vía: CNN]