La economía venezolana se ha convertido en un tema complejo en los últimos meses. Venezuela cuenta con tres tipos cambiarios oficiales para la obtención de divisas: El preferencial de 6,30 bolívares por dólar para sectores de alimentación y salud; el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) que se ubica en 15 bolívares por dólar con tendencia a subir o bajar; y el Sistema Marginal de Divisas (Simadi) con una tasa oficial de 199 bolívares por dólar.

Esta modalidad económica genera una distorsión en el valor de los productos según el cambio oficial con el que se calcule: Una bebida con un precio de 2 dólares puede costar en Venezuela Bs. 12,60 si se emplea el dólar preferencial, Bs. 30,00 con Sicad y hasta Bs. 398,00 con Simadi.

El comportamiento de la moneda venezolana ante las principales denominaciones económicas del mundo la ubica en un estándar devaluado, junto a las de Noruega, Sudáfrica, India y Malasia.

El dólar estadounidense es el principal referente de cálculo para las operaciones cambiarias en el país, el billete con mayor denominación del dólar es el de 100 al igual que el del bolívar; sin embargo, para igualar el valor de un billete de 100 dólares se necesitarían 19 mil 900 bolívares, es decir, 199 billetes de 100, calculados con Simadi.

En cuanto al euro, la moneda de circulación en los países miembros de la Unión Europea, el billete con la mayor denominación es el de 500; un euro tiene un valor de 221 bolívares en tasa Simadi, para obtener el valor de 100 euros se requieren 221 billetes de 100 bolívares.

Una de las economías más influyentes sobre la venezolana es la de Colombia. El peso colombiano ante el bolívar determina un constante desfalco en la comparación de precios. En la actualidad, el peso se calcula a una tasa de 0.009 bolívares, es decir, si tomas la cantidad en moneda venezolana multiplicada por el cambio fijado, el resultado reflejará el valor en la moneda colombiana: Un billete de 100 bolívares, la mayor denominación en Venezuela, equivale a 900 pesos colombianos, casi mil pesos, el billete con la menor denominación en Colombia, lo que marca un desorbitado diferencial cambiario.

De igual forma, el capital financiero que mueve a Brasil es el real; 100 bolívares equivalen a 48 reales, suficientes para comprar un bóxer para hombres, que en Venezuela tiene un valor de 600 bolívares, que serían 291 reales con los que se podrían comprar 6 piezas de la misma prenda en Brasil. Asimismo, para completar el valor de 100 soles de Perú se necesitan 2 billetes de 100 bolívares.

En comparación con el dírham, la moneda legal de los Emiratos Árabes, un país altamente petrolero, un billete de 100 dírham equivalen a 171 bolívares basado en la tasa preferencial.

Por otra parte, el yuan, la moneda oficial de la República Popular de China, tiene un valor semejante a la nuestra, el billete de 100 yuanes es la representación máxima, que equivale a 101 bolívares, un valor casi equitativo; sin embargo, China cuenta con una economía estable y maneja una única tasa cambiaria fijada en 6,20 yuanes por dólar, apoyada en un alto poder adquisitivo, producción y exportación, por lo que una hamburguesa valorizada en 19 yuanes chinos, en Venezuela puede costar aproximadamente 600 bolívares, precio influenciado por la inflación, la recesión, y la poca productividad.

Aún así, existen monedas mucho más débiles y devaluadas, tal es el caso del rial iraní que es el capital financiero más barato del plantea: un billete de 100 bolívares equivale a 448 mil 733 riales inaríes, mientras que para igualar el billete de 100 dólares se necesitarían 2 millones 827 mil 123 riales.

Venezuela es el país con la mayor inflación de América Latina, y una de las más altas del mundo, el país arrastra un índice inflacionario que cerró en 68,5% en el 2014, lo que ha puesto en jaque el valor del bolívar. Hasta ahora, el Banco Central de Venezuela no ha publicado las cifras oficiales de inflación de lo que va de 2015.

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