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Opositores al gobierno continúan en las calles (ya van 21 muertos desde la primera marcha), mientras que el presidente minimiza las protestas que no cesan.

“La guerra es paz, la libertad es esclavitud, la ignorancia es la fuerza”. Estas son las palabras que mejor describen el icónico libro 1984 de George Orwell. Pero ese mundo ficticio en el que lo contradictorio reinaba, parece tener un símil en la realidad. Mientras en la calles de Venezuela las protestas no dan tregua, Nicolás Maduro dice que se está “imponiendo la paz”.

En Venezuela los ciudadanos que se oponen al gobierno han estado en las calles desde el 1 de abril. Desde ese entonces las protestas, que en muchos casos han traspasado el límite y se han tornado violentas, son el pan de cada día. El sábado pasado, por ejemplo, los opositores se manifestaron a través de una marcha del silencio para honrar la memoria de quienes han fallecido en medio de las protestas. Ya son 21 personas en esta lista.

La prensa internacional se ha dedicado a cubrir la situación y a contarla, ya que en Venezuela los medios que no son oficiales están censurados. Solo el 19 de abril el gobierno sacó de su señal al canal El Tiempo Televisión y al canal argentino Todo Noticias. El caos reina y mientras eso pasa el discurso del gobierno de Maduro es otro.

Por ejemplo, este lunes, mientras en las calles del país se desarrolla el “plantón” para mantener la presión contra el presidente, el mismo gobierno emprendió una campaña para decir que todo está en perfecta “normalidad”.

A través del canal estatal VTV, de páginas web del Gobierno y en redes sociales se han difundido fotografías y vídeos que muestran varias zonas del país sin manifestaciones, arterias viales ininterrumpidas, oficinas y comercios operativos, y un flujo de transeúntes habitual.

El ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, ha mostrado en su cuenta en Twitter una decena de vídeos con estas características grabados en la capital venezolana y en los estados Táchira, Guárico, Barinas, Anzoátegui, Amazonas, Bolívar, Trujillo y Miranda.

Por eso, mientras las calles arden por las protestas ha llamado la atención la agenda del presidente Maduro. Por ejemplo, el 22 de abril, cuando su país iba a marchar por las vidas que han cobrado los desmanes, él aparecía jugando béisbol con Diosdado Cabello mientras decía: “En Venezuela se está imponiendo la paz, quien quiera venir a verla que venga”.

 Al siguiente día el mandatario asistió a una presentación del Movimiento Corazón Urbano y apareció en un video, que publicó él mismo, bailando.

Los días venideros para los venezolanos son terreno incierto. Por un lado la oposición continúa en las calles exigiendo sus derechos, y por el otro Maduro ha dicho que “el fascismo no podrá vencer la Revolución” y que quiere “elecciones ya”. Incluso hace dos semanas dijo que estaba “ansioso” para que se convocaran las elecciones de gobernadores, que debieron celebrarse en diciembre, y de alcaldes, previstas para este año.

La oposición exige en las protestas que se convoquen a elecciones generales este año. Pero el gobierno ha descartado un adelanto de las presidenciales, previstas para 2018.

[Vía: Revista Semana]