Hace unos días, el gobierno de Nicolás Maduro y la cúpula del Eln salieron a objetar que al menos 1.100 guerrilleros de esa organización se ocultan en suelo venezolano.

Desde La habana y Caracas incluso negaron que exista una alianza para apoyar militarmente al régimen a cambio de proteger a sus cabecillas, incluido alias Pablito, por el cual el gobierno de Colombia ofrece una recompensa de 1,3 millones de dólares.

Habitantes de aproximadamente 39 municipios de los estados de Zulia, Táchira, Apure, Bolívar y Amazonas piensan todo lo contrario.

Los minimercados continuamente vienen en cajas las cuales tienen el rostro de Hugo Chávez y el de Nicolás Maduro. En cambio ahora tienen un estampado verde, con una leyenda en letra menuda, como han asegurado desde 2018 fuentes locales, quienes arrojaron la primer alerta hace algunos meses.

Uno de los habitantes se atrevió a fotografiar las cajas Clap con el sello del Eln. Y, según dijo, los guerrilleros desempeñan esas «jornadas sociales» escoltados y en camionetas con placas oficiales.

“Debería ser el Gobierno el que reparta estas cajas, y aunque a uno no le parece correcto que guerrilleros colombianos repartan los mercados, aceptamos las cajas por la necesidad que vivimos”, afirmó una habitante de la región fronteriza en una declaración recogida por la ONG FundaRedes, que ha llevado estas noticias a autoridades internacionales.

“El Eln sigue repartiendo estas cajas en las mismas zonas; no fue en algo temporal. Y el adoctrinamiento es aún más profundo porque ya no se está dando solo en las zonas de frontera sino que están avanzando hacia el interior del país. Todo esto, incluyendo las imágenes, lo denunciamos ya ante la Corte Penal Internacional y ahora en junio lo vamos a llevar a la Organización de Estado de Americanos (OEA), que se reúne en  Medellín”  dijo Clara Ramírez, subdirectora de dicha ONG.