El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que la inflación en Venezuela cerrará este año en 1.350.000% y el próximo alcanzará 10.000.000%, de acuerdo con su informe “Perspectivas de la economía mundial” (WEO por su sigla en inglés).

“Se proyecta que la hiperinflación en Venezuela empeore rápidamente, impulsada por el financiamiento monetario de un déficit a gran escala y la pérdida de la confianza en la moneda”, señala el documento que revisa las proyecciones hechas en julio.

Los precios al consumidor se muestran como promedios anuales, indica el FMI que precisa que en los agregados se excluye a Venezuela.

Entre los mercados emergentes y economías en desarrollo -excluyendo la hiperinflación de Venezuela- la inflación subyacente se mantiene por debajo del promedio de los últimos años, aunque ha subido en los últimos meses.

Con Venezuela por fuera, se espera que la inflación en mercados emergentes y economías en desarrollo sea de 5% este año. “Estos promedios ponderados esconden heterogeneidad significativa entre países, que depende de sus posiciones cíclicas y del impacto de las depreciaciones de la moneda y el aumento de los precios de la energía”.

El informe observa que la economía venezolana declina por quinto año consecutivo y que tras una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 14% en 2017, este año se contraerá 18% por la caída de la producción petrolera y la inestabilidad política y social. El FMI proyecta un desplome económico de 5% para 2019.

El organismo multilateral, del cual Venezuela es miembro, estima que el PIB per cápita ha disminuido 35% entre 2013 y 2017 y para el período comprendido entre 2013 y 2023, prevé una caída de 60%.

El desempleo, uno de los indicadores que el gobierno de Nicolás Maduro dejó de reportar, como el de inflación y el PIB, entre otros, se ubicará a finales de 2018 en 34,3% y en 38% en 2019, según el FMI.

El Fondo advierte complicaciones para proyectar el panorama económico venezolano, toda vez que las autoridades no han mantenido las reuniones informativas anuales establecidas en el artículo IV del convenio constitutivo del FMI y establece una supervisión de las políticas económicas de los países miembros.

Destaca que la última consulta tuvo lugar en 2004 y desde entonces se dan dado largos períodos en la recepción de datos con vacíos de información, provisión incompleta de la data y dificultades para interpretar ciertos informes.