Desde Washington aceleran procesos para derrumbar el tipo de gobierno en Irán sometido por la dictadura los mullah, quienes perdieron su “principal fuente de financiamiento”: El petróleo.

Así fue la última jugada desde la casa blanca para desestabilizar la economía de Irán y provocar finalmente la caída de Maduro en Venezuela, la táctica consistió en cancelar los permisos especiales requeridos por China, India, Japón, Corea del Sur, Taiwán, Turquía, Italia y Grecia para la compra de crudo al régimen, lo que significa golpe mortal para esas fuerzas irregulares que se oxigenan gracias al flujo de dinero persa.

La reacción del grupo Khamenei no se hizo esperar, quienes califican el suceso como un ataque a la economía de su pueblo, quienes deberán ahora buscar la manera de mantenerse en el poder pese a la crisis que se avecina, quienes aseguraron “quebrar a Estados Unidos, Israel y sus aliados“.

En ese contexto el respaldo de Irán al mandatario venezolano Nicolas Maduro podría verse afectado por falta de recursos para mantener la dictadura, quienes no tiene posibilidades de solventar los gastos de los servicios de Irán, quienes deberán buscar nuevos compradores de petróleo.