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El desplome del precio del Bolívar sacude a los cambista en ciudades de frontera con Venezuela como Cúcuta. 

Un cambista en la ciudad de Cúcuta esta perdiendo cerca de 100.000 pesos al comenzar el día, la razón: los 3 millones de bolívares que tenía de base para iniciar el día solo los pudo vender a 30 centavos de peso, tres puntos por debajo del precio en que los compró.

Similar situación vivieron los más de 500 profesionales del cambio e informales de la frontera entre Colombia y Venezuela, quienes se levantaron con la sorpresiva noticia de que el bolívar había caído de manera brusca.

“La afectación es grande, porque todos manejamos un inventario que se compra a un precio y ahora hay que venderlo a otro más barato y, obviamente, se pierde”, confesó Cárdenas, quien hace parte del gremio que realiza transacciones cercanas a los 1.500 millones de bolívares diarios (unos 450 millones de pesos, al cambio actual), cuyo monto disminuye con el tiempo debido a la depreciación de la moneda venezolana.

Hasta el pasado fin de semana, el bolívar se cotizaba a 33 y 34 centavos de peso, pero ayer cayó a 30 centavos para la compra y a 31 para la venta. En junio, el bolívar estuvo un día en 30 centavos de pesos, pero repuntó rápidamente.

Los operadores cambiarios expresaron que la devaluación genera una sobreoferta de bolívares, porque se hace casi nula la compra de la divisa.

José María González, vicepresidente de la Asociación de Profesionales del Cambios de Norte de Santander (Asocambios), dijo que en la frontera se siente bastante porque hay muy poca demanda de bolívares y la gente tampoco aprovecha el diferencial cambiario para ir a comprar a Venezuela, pues evita los controles de la Guardia Venezolana que les quita todo lo que traen hacia Colombia.

“Creemos que va a seguir bajando, aunque esperamos que no tanto. Se habla de un dólar a 1.800 pesos y, siendo así, el bolívar caería a 27 centavos. Igual, no sabemos exactamente lo que pueda pasar”, advirtió González.

Rodolfo Mora, presidente de Fenalco Norte de Santander, explicó que cada vez que sube el dólar paralelo en Venezuela el bolívar baja en la frontera y cuando baja el dólar oficial en Colombia también baja el bolívar, de manera que la región siempre va a estar sujeta a esa eventualidad. Agregó que la gente está acostumbra y sabe que tiene que convivir con esa serie de altibajos.

Las tensiones políticas

Además del impacto que genera el desplome del bolívar, en la frontera existe preocupación por las tensiones políticas existentes entre Bogotá y Caracas, que se han incrementado después del anuncio de Colombia de albergar bases militares estadounidenses en su territorio.

[Vía: Portafolio]