Ni el relanzamiento del petro bajo un nuevo White Paper ha permitido al gobierno de Nicolás Maduro la materialización de sus operaciones hasta ahora, lo que pone de manifiesto, una vez más, la improvisación de las autoridades.

Ha habido varios anuncios oficiales desde el 1° de octubre -cuando se presentó el nuevo petro-,  incluyendo la del presidente Nicolás Maduro, quien aseguró que se podría comprar el petro en otras criptomonedas o divisas en octubre para luego ofrecer el petro en bolívares soberanos a partir del 5 de noviembre de este año.

Sin embargo, han pasado más de tres semanas y el petro sigue siendo el mismo fantasma que cuando fungió como token, desde el 20 de febrero de hasta el 30 de septiembre, y del que no hubo registro en el mosaico de NEM, a pesar de que tuvo una fase de preventa y otra de Oferta Inicial (ICO).

La página web del petro, criptomoneda emitida por el Estado venezolano, daba cuenta el 15 de octubre que a partir del 17 se iniciaba el proceso de venta a través de esa plataforma tecnológica. Pero ello no ocurrió. Y esta semana, al 23 de octubre, el explorador de bloques -donde se pueden ver las transacciones- advierte que están en mantenimiento.

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El 19 de octubre se podía apreciar que el petro contaba con 145 bloques (registro de transacciones confirmadas), aún cuando la plataforma no estaba activa para realizar operaciones. Esto es, explica a Banca y Negocios una fuente del sector, el reflejo de las pruebas internas que el gobierno hacía aún en el sistema.

Pero lo que hay que destacar es que el 15 de octubre se registró una modificación en la cantidad de bloques de petro (PTR), al pasar de 141 bloques a 138 bloques. “No existe una recuperación de bloques, como se observó la tercera semana de octubre con el petro, algo sucedió en la plataforma cuando un día mostraban 141 bloques en el explorador y al día siguiente aparecían 138 bloques”, dijo la fuente bajo anonimato.

Aunque se desconoce el motivo, es un hecho que genera serias dudas sobre la integridad de sus bloques, indica un experto en criptomonedas.

“Es posible que aún se encuentren realizando pruebas, por lo que aún no está disponible para su uso, razón por la cual no cumplieron con la fecha del 17 de octubre”, dice la fuente.

Blockchain es una base de datos descentralizada (o libro de contabilidad distribuido) segura porque es cifrada, y consiste en varios nodos que se encargan de verificar las transacciones para validarlas.

En cada bloque se registran las transacciones, una vez que el bloque es validado y aprobado por los nodos, entonces se agrega a la cadena de bloques. Una vez allí el registro no puede ser eliminado o modificado, es permanente, señala Yismary Quintero, trader del mercado.

“Esa es precisamente la fortaleza de la tecnología blockchain, que no puede modificarse un registro, pues involucra varios nodos que deben coincidir en su validación”, expresa Quintero.

Los bloques van en aumento porque el número de transacciones crece. Mientras exista la criptomoneda continuarán las transacciones, es decir, el número de bloques.

Ejemplo de ello es el bitcoin, la primera criptomoneda que apareció en el mundo hace 10 años. Por diseño solo se pueden minar 21 millones de bitcoin, pero cuando se emita el último las operaciones continuarán generando transacciones, por tanto los bloques seguirán en aumento.

Si Ud ingresa al sitio del petro con la intención de comprar, se encontrará con este aviso:

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Lo que ocurrió el 15 de octubre con el petro pone de manifiesto la improvisación y poca transparencia que el gobierno mantuvo con los anuncios anteriores a lo que sería el petro, desde diciembre de 2017.

“No puede haber confianza en el petro si no se da muestras de seriedad”, dice un inversionista de criptomonedas. Y añade: “Hay que tomar en cuenta la orden ejecutiva del gobierno de EEUU que prohíbe transar la moneda digital venezolana. Esa no es cualquier amenaza”.

Fuente: Ligia Perdomo, Banca y negocios.