Un grupo de al menos 200 militares desertores, liderados por el general de la Fuerza Armada Nacional en el exilio, Cliver Alcalá, iban a ingresar a Venezuela por la fuerza para apoyar el ingreso de la ayuda humanitaria al país el 23 de febrero.

Sin embargo, el Gobierno de Colombia detuvo el plan , ya que podría haber ocasionado enfrentamientos violentos en una jornada que, a los ojos de la comunidad internacional, debía ser pacifico.

Los militares exiliados, quienes se encuentran en Colombia, ya contaban con las armas necesarias para dispersar a los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana que bloqueaba los puentes internacionales.

Por su parte, el general Alcalá reconoció la existencia de la propuesta de acompañar los camiones los cuales contienen la ayuda. Sin embargo, añadió que entiende por qué los colombianos querían evitar problemas, reseñó Bloomberg.

Cabe destacar que este plan también fue confirmado por oficiales venezolanos en el exilio y por funcionarios estadounidenses. Voceros del Gobierno de Duque, aún no se han pronunciado al respecto.