#La TMF es según expertos en frontera y sus habitantes, un nuevo mecanismo para limitar el libre tránsito. La acción no se estaría ejerciendo bajo un marco legal sino a través de la independencia en políticas fronterizas, cuando lo que se requiere es ampliar el paso binacional .

Luego de reactivado el paso binacional entre Venezuela y Colombia, (13 de agosto de 2016) un total de 76.523 venezolanos cruzaron la frontera colombo – venezolana, solamente por el puente internacional Simón Bolívar, hasta diciembre de 2016, según datos registrados por Migración Colombia.

Si se compara la cifra con los 23.384 colombianos que ingresaron a Venezuela por el mismo paso fronterizo y en la misma fecha, queda al descubierto el amplio margen de movilidad existente entre ambas naciones.

De ser Venezuela el segundo país de destino de los colombianos en el exterior, durante el 2016 pasó a ser el octavo. Mientras que Colombia se encuentra entre los cinco primeros países que escogen los venezolanos para migrar.

La situación ha llevado al Gobierno colombiano a tomar medidas que controlen el flujo de venezolanos a través de mecanismos que si bien en principio han sido prácticos con el transcurrir del tiempo, han tenido que ser reforzados.

Actualmente  está vigente (hasta el 30 de abril), la primera Tarjeta de Movilidad Fronteriza, (TMF) implementada por Colombia para el paso de venezolanos a través de los puestos fronterizos terrestres con Venezuela.

El documento que consiste en un sencillo formulario que se llena de forma manuscrita y que en un principio era requisito indispensable para ingresar a la zona metropolitana de Cúcuta y otras poblaciones fronterizas,  hoy en día ya ni siquiera es solicitado por las autoridades en los puentes internacionales.

Un nuevo paso

El pasado 15 de febrero, autoridades de Migración Colombia anunciaron la implementación de un nuevo dispositivo para el control de los extranjeros que lleguen al país por vía terrestre.

A partir del 1º de mayo los venezolanos que ingresen a Colombia, que vivan en zona de frontera (exclusivamente) y que vayan con regularidad a territorio colombiano, deben mostrar la certificación de la nueva tarjeta fronteriza que se podrá obtener al ingresar a la página de Migración Colombia; www.migracioncolombia.gob.co.

La nueva tarjeta de movilidad va a tener una  duración de seis meses, transcurrido este tiempo, los usuarios deben reemplazarla por la tarjeta plastificada cuyo valor oscilará entre los 15.000 y 20.000 pesos colombianos.

Las autoridades de Migración Colombia han dejado claro que la tarjeta de movilidad fronteriza no es un documento de obligatoria entrega y tienen la potestad (Migración Colombia) de entregarlo en cualquier momento y también de revocarlo si así lo amerita.

 Christian Krüger, director de Migración Colombia, aseguró que la medida no es un medio de persecución a venezolanos.

“Nosotros no perseguimos ninguna nacionalidad, no queremos estigmatizar ninguna nacionalidad porque sabemos que puede haber colombianos en otros países en condiciones no legales”.

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Violan derechos migratorios

A través de la historia, Colombia y Venezuela se han representado como naciones hermanas. Un país se complementaba con el otro, mientras sus ciudadanos iban y venían de un lado a otro de la frontera sin otro documento que no fuera la cédula de identidad.

Los tiempos fueron cambiando y el cierre intempestivo del paso binacional en agosto de 2015 le dio un giro a la política diplomática y migratoria de ambas naciones.

Para el ex parlamentario a la Asamblea Nacional, Walter Márquez, las nuevas disposiciones del Gobierno de Colombia para el ingreso de nacionales, constituyen una flagrante violación de los procesos de integración fronteriza.

Márquez explicó en entrevista al Semanario Los Andes, que los derechos humanos son progresivos y si los venezolanos adquirieron el derecho al libre tránsito en zona de frontera, ningún gobierno lo puede negar porque ya es un derecho adquirido mediante la progresividad.

De acuerdo a Márquez, se está en presencia de regímenes que “abusan del poder y ponen condiciones que no corresponden a la realidad histórica y social de los pueblos de la frontera”.

Otra vez aislados

El anuncio de la aplicación de la tarjeta de movilidad fronteriza empieza a crear controversia entre los habitantes de la frontera colombo – venezolana que hicieron un exhorto a la Cancillería neogranadina a revisar los vínculos de hermandad que existen entre ambas naciones que van más allá de los asuntos económicos.

De acuerdo a Carlos Chacón, concejal de San Antonio del Táchira, el nuevo dispositivo migratorio es perjudicial tanto para venezolanos como para los colombianos que habitan la frontera.

El Gobierno de Colombia ha reconocido públicamente que de los 50.000 venezolanos que cruzan diariamente al país vecino por los siete puntos fronterizos, cada uno lleva un promedio de 40.000 a 50.000 pesos para adquirir alimentos y medicinas. Lo que significa la generación de ingresos municipales, departamentales, nacionales e ingresos a familias del Norte de Santander, explicó Chacón.

Para los venezolanos, el paso fronterizo se ha convertido en un asunto de vida o muerte porque es en Colombia donde compran los productos de primera necesidad que en el país no se consigue.

[Vía: Diario Los Andes]