El gigante petrolero controlado por el estado de Rusia, Rosneft PJSC, está obteniendo concesiones baratas en Venezuela, en profunda crisis creada por el socialismo, y aspi ingresar en al mercado de gas natural en el extranjero a bajo precio.

Un acuerdo firmado tanto por Rusia como por Venezuela a principios de este mes otorgará a Rosneft reducciones de impuestos para producir y exportar gas desde los campos de Patao y Mejillones, en la costa este de Venezuela. El documento, que también incluye un “precio justo de mercado” en el caso de una expropiación, realiza cambios a un acuerdo bilateral alcanzado en 2009, según un documento presentado por el gobierno ruso.

El acuerdo subraya que Rusia está a la vez apoyando y ganando con el régimen de Nicolás Maduro en un momento en que Estados Unidos está sancionando a Maduro y China ha recortado su apoyo. El gas venezolano podría ofrecer a Rusia nuevos puntos de entrada tanto en Asia como en Europa.

“China está retrocediendo en términos de su exposición financiera”, dijo Andrew Stanley, miembro asociado del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, en una entrevista telefónica. “Mientras que los rusos, en los últimos años, han ido en la dirección opuesta, se han reforzado y han visto a Venezuela como un plan oportunista”.

Rosneft también está considerando ingresar a otro bloque de gas natural, conocido como Bloque 5 de la Plataforma Deltana, que está mucho más cerca de una frontera, El Esequibo, que ha sido muy disputada, según dos personas familiarizadas con el plan. Maduro se ha comprometido a impedir que Exxon explore en el área disputada.

Se estima que los campos albergan 6,4 billones de pies cúbicos de gas natural, el doble de las reservas probadas de gas en toda la vecina Colombia. Los campos están a menos de 100 kilómetros (62 millas) de Trinidad y Tobago, donde la disminución de la producción nacional ha dejado a las instalaciones de exportación con capacidad adicional que podría llenarse con la producción de Venezuela.

Rosneft tendría dos opciones para exportar el gas. Podría construir una planta de gas natural licuado en Venezuela, o podría conducir el gas a Trinidad, donde hay trenes de GNL con capacidad de reserva.

Los cambios muestran que el gobierno venezolano es pragmático, dado que los campos petroleros deben negociarse en condiciones favorables para ser competitivos, según Antero Alvarado, de la consultora Gas Energy Latin America. Pero expresó dudas sobre cómo Rosneft monetizará el gas.

Venezuela no tiene instalaciones de GNL, dijo Alvarado, y Rusia no tiene fuertes vínculos comerciales con la cercana Trinidad, el lugar obvio para venderla inicialmente. El acuerdo sugiere que Rusia podría presionar para tener una mayor presencia en Trinidad en el futuro.

“La profunda participación rusa con el productor regional de energía Trinidad es un motivo de preocupación”, dijo Caracas Capital Markets, una correduría, en una nota a los clientes. “Los rusos ya dominan la producción de gas en Asia y Europa y están desarrollando una capacidad masiva en Siberia y el Ártico”.

Rusia tiene una historia de apoyar a los aliados políticamente alineados como Maduro para desafiar la influencia de los Estados Unidos en los asuntos exteriores. Rosneft ha estado obteniendo los activos de PDVSA desde 2011 cuando compró la participación de la compañía petrolera de Venezuela, en la compañía de refinación Ruhr Oel GmbH en Alemania. Continuó participando en tres proyectos de petróleo pesado en la cuenca del Orinoco, así como dos empresas conjuntas en la región del lago de Maracaibo.

No todos los rusos en la industria petrolera de Venezuela se han beneficado como Rosneft. Lukoil vendió su participación en un proyecto de petróleo pesado venezolano a Rosneft en 2014. A principios de este año, Gazprombank vendió su participación restante en la empresa conjunta Petrozamora en el oeste de Venezuela a un comprador no revelado.

Aún así, los estrechos lazos que Rosneft ha construido con Maduro le dan un incentivo para aprovechar la opoprtunidad.

“Inicialmente, eran los chinos quienes hacían todos los préstamos a los venezolanos, y luego los rusos se hicieron cargo de algunos de los grandes proyectos petroleros en Venezuela, y eso es algo que los rusos quieren proteger y cuidar”. dijo Ruaraidh Montgomery, directora de la firma de investigación energética Welligence Energy Analytics, con sede en Houston.