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Los periodistas Sebastián Pérez (uruguayo residente en Francia) y Didier Barral (francés), ambos de la agencia CAPA, cumplen este lunes seis días bajo custodia del régimen chavista, tras ser detenidos el pasado 11 de abril por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).

El caso fue denunciado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de Prensa (SNTP). Según detallaron, los reporteros habían llegado a Caracas a fines de marzo y tenían previsto regresar a su país el día en que fueron interceptados en Maiquetia, al norte de Caracas, sede del aeropuerto con mayor tráfico internacional.

Por el momento, ninguna autoridad se refirió a su caso ni brindó detalles de su detención. El SNTP indicó que los periodistas, trabajadores de la agencia francesa CAPA, permanecían retenidos en un destacamento de la Guardia Nacional.

Posteriormente, trascendió que fueron presentados en tribunales, antes de que los abogados asumieran su defensa, pero el organismo no detalló los cargos que enfrentaron.

Según informó Telemundo, Carlos Pérez, padre del francouruguayo, explicó que los detenidos están incomunicados y que solo consiguen información mediante el consulado francés en Venezuela, que sigue el caso. En tanto, el material periodístico que obtuvieron en las últimas semanas, cuando se realizaron grandes marchas de la oposición, permanece en manos de la agencia de Inteligencia. En días recientes, la agencia publicó un informe sobre el contrabando en la frontera entre Venezuela y Colombia.

“La embajada de Francia está al tanto del caso y plenamente movilizada para brindar la mejor protección consular a nuestros ciudadanos”, confirmó a EFE una fuente diplomática.

Por su parte, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) repudió el hecho. Al expresar su condena de estos hechos, el presidente del Comité de Libertad de Prensa e Información del organismo, el mexicano Roberto Rock, declaró que los periodistas y medios están en un estado de “total indefensión” ante un régimen que los presenta como la fuente de los males del país y van aún mas lejos al “alentar y justificar estos ataques”.

Rock agregó que, dada la difícil situación que enfrentan los colegas de Venezuela, las organizaciones de periodistas y los medios internacionales tienen la “obligación” de dar voz a sus denuncias y demandas de respeto por el trabajo de la prensa. “No solo han sido agredidos cuando cubrían las protestas sino que están expuestos a un riesgo constante cuando tratan de informar del acontecer diario”, señaló.

Durante los últimos meses, decenas de periodistas han tenido problemas para ingresar a Venezuela, debido a las nuevas reglamentaciones del gobierno para los trabajadores de prensa. Los controles aumentan notoriamente en Migraciones durante los días previos a las manifestaciones convocadas por la oposición.

[Vía: Infobae]