La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela, integrada únicamente por oficialistas, decidió este viernes arrogarse las competencias para legislar del Parlamento, controlado por una contundente mayoría opositora.

La decisión se tomó luego de que la directiva del Parlamento venezolano no acudió hoy a la reunión a la que había sido convocada por la Constituyente, un órgano que los opositores tildan de ilegítimo y lo ve como un instrumento del Gobierno de Nicolás Maduro para consolidar una dictadura en el país.

Mediante decreto, el cuerpo plenipotenciario aprobó “asumir las competencias para legislar sobre las materias dirigidas directamente a garantizar la preservación de la paz, la seguridad, la soberanía, el sistema socioeconómico y financiero, los fines del Estado y la preeminencia de los derechos de los venezolanos”.

La presidenta de la ANC, Delcy Rodríguez, precisó que esto no implica la disolución del Parlamento -elegido hace apenas dos años- y que este seguirá funcionando aunque no tengan casi ninguna de sus facultades, y que todos sus actos son considerados nulos.

“No señor, los vagos tienen que trabajar, señores trabajen y trabajen apegados a la Constitución”, dijo. Los más de 500 representantes de la ANC celebraron entre aplausos esta declaración que deberá ser publicada en Gaceta Oficial y comunicada a la directiva de la Cámara, presidida por el opositor Julio Borges.

El legislador firmó una carta abierta difundida hoy, en nombre de los diputados, en donde denuncia que la ANC “no es una auténtica Asamblea Constituyente”, sino “un poder de facto” que “pretende perpetuar” a Maduro en el poder, que fue “avalada por 2 millones de personas” nada más y no por los 8 millones que según el Poder Electoral eligieron a sus miembros el 30 de julio.

[Vía: Portafolio]