El período de gracia que otorgó China a Venezuela para el pago del capital de su deuda venció, dijeron dos fuentes conocedoras de la materia, y desde Caracas buscan renovarlo para evitar que mermen aún más los escasos ingresos petroleros que requiere el Gobierno para paliar la crisis económica y social.
China suavizó hace unos dos años los términos de pago de unos 19.000 millones de dólares en deuda, bajo acuerdos de petróleo por dinero, en virtud de los cuales Venezuela envía crudo y combustible y el mayor aliado financiero del presidente Nicolás Maduro se descuenta el equivalente a los intereses.
No se conoce oficialmente la duración de ese período de gracia, pero las fuentes dijeron a Reuters que ese beneficio de máximo dos años ya se agotó.
Pese a que los precios del crudo se han recuperado, el Gobierno de Maduro no ha logrado sacar a la economía venezolana de su quinto año de recesión por lo que mantiene discusiones para que China sostenga el beneficio, indicaron las fuentes venezolanas familiarizadas con el proceso.
Sin embargo, el gigante asiático se ha demorado en dar una resolución, agregaron las fuentes que pidieron el anonimato por lo confidencial de las discusiones.
“China mantiene su postura de no aumentar su exposición en Venezuela y ajusta sus condiciones ahora que subió 20 dólares el precio del petróleo de cuando se estableció el beneficio”, comentó una de las fuentes.
Desde hace casi tres años China detuvo el flujo de efectivo que prestaba al Gobierno venezolano desde 2007, cuando optó por flexibilizar los pagos pendientes a cancelar con crudo de un total de 50.000 millones de dólares que entregó en créditos a la revolución socialista en la última década.
El Banco de Desarrollo de China, que ha otorgado la mayor parte de los préstamos, no respondió a Reuters una solicitud de información. Tampoco el Ministerio de Información venezolano y la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
“La cooperación financiera avanza sin problemas”, respondió el Ministerio de Relaciones Exteriores de China a Reuters en una declaración, en la que reconoció las dificultades que enfrenta Venezuela y apuntó que los contratos de préstamo se acordaron bajo estándares internacionales.
“La economía de Venezuela está actualmente enfrentando dificultades, y esperamos que siga desarrollándose la cooperación pragmática entre ambos países”, añadió tras destacar la importancia de la nación para el avance de las relaciones de China con América Latina.
MENOS INGRESOS
El retraso en la aprobación de una prórroga del período de gracias significa en la práctica que el Gobierno venezolano dejará de percibir de China una buena porción del efectivo que le transfiere por el petróleo enviado, aseguraron las fuentes.
Venezuela despachó el año pasado a China cerca de 700.000 barriles por día (bpd), según una revisión hecha por Reuters de documentos internos sobre la comercialización de PDVSA.
Una vez terminado el período de gracias, China puede descontar el valor equivalente en dólares de unos 375.000 bpd de esos envíos para cubrir el servicio de deuda -tanto capital como intereses-, y no sólo el valor de los cerca de 70.000 bpd que se destinaba al pago de intereses, apuntó una de las fuentes.
De esta forma, Venezuela dejaría de recibir unos 7.000 millones de dólares anuales de la factura petrolera de su aliado en Asia, según cálculos de Reuters sobre el precio más reciente del crudo venezolano.
No disponer de esos recursos anualmente representaría un golpe devastador para un país que ya está luchando por importar bienes básicos escasos, como alimentos y medicinas, y para Maduro, que buscará la reelección en unos cuestionados comicios previstos para el 20 de mayo.
Adicionalmente, esos ingresos petroleros son vitales para un país con reservas internacionales en mínimos en 20 años y con un gobierno con dificultades para buscar fondos en los mercados financieros internacionales tras las sanciones de Estados Unidos a altos funcionarios y la demora por meses en el pago de unos 2.500 millones de dólares en intereses a tenedores de bonos.
En los últimos años, bancos chinos vienen dilatando otorgar nuevos préstamos por más de 5.000 millones de dólares para proyectos petroleros en Venezuela, como han solicitado en varias oportunidades funcionarios enviados por el presidente Maduro, dijo otra fuente del sector financiero en Nueva York.
PDVSA tampoco consiguió renovar en diciembre una línea de crédito de 1.500 millones de dólares que le otorgó China en 2014, agregó la fuente.
El deterioro de la infraestructura y el flujo de caja de PDVSA ha causado un desplome de 33 por ciento en la producción de petróleo en un año, a 1,51 millones de bpd en marzo, según datos oficiales reportados a la OPEP.
Fuente: bancaynegocios.com
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