El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, restringirá la entrada a funcionarios de Venezuela a los Estados Unidos como parte del nuevo veto migratorio (“travel ban”) que también incluye restricciones a Corea del Norte, Irán, Chad, Libia, Siria, Yemen y Somalia, dijo la administración estadounidense este domingo en un comunicado.

Las nuevas restricciones, que tendrán efecto el 18 de octubre, son el resultado de la revisión de Trump después de que las originales, que expiraban este domingo, fueran impugnadas en distintas cortes.

Las incorporaciones de Corea del Norte y Venezuela amplían las restricciones de la lista original, que incluía mayoritariamente a países musulmanes. En cambio, las restricciones sobre Sudán fueron levantadas.

La administración puntualizó que las visas que estén vigentes no serán revocadas como resultado de la proclamación, informa AP.

“Mi prioridad número uno es que Estados Unidos esté seguro. No admitiremos en nuestro país a quienes no podamos investigar con seguridad”, tuiteó Trump poco después de la publicación del comunicado.

Las restricciones van desde una prohibición total para ingresar hasta impedimentos más específicos, como los que afectan a Venezuela.

El comunicado oficial de la Casa Blanca afirma que las medidas se centran en ciertos funcionarios venezolanos y sus familias.

La medida dice que el gobierno de Venezuela “ha fallado en compartir de forma adecuada información sobre seguridad pública y terrorismo”, no satisface “al menos un criterio clave de riesgo” y no ha cooperado plenamente en las órdenes de expulsión de sus ciudadanos.

Los venezolanos que viajen a EEUU con una visa podrían ser sujetos “a medidas adicionales para asegurarse de que la información de la persona que viaja esté actualizada”.

Son mencionados de forma explícita los funcionarios de los ministerios del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz; el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME); el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC); el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y el ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores y “sus familiares inmediatos”, a quienes se suspenderán las visas de negocios B-1 y turista B-2.

El problema con los funcionarios

El gobierno de Trump sumó 13 funcionarios más a la lista de venezolanos con la entrada prohibida a Estados Unidos y los bienes bloqueados en el país, debido a que están involucrados en casos de corrupción, narcotráfico, violación de los derechos humanos o el deterioro de la democracia local. La lista está encabezada por Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral, que organizó las elecciones del pasado julio y Elías Jaua, exvicepresidente de Venezuela.

Este fue el tercer grupo de funcionarios venezolanos sancionados durante el gobierno de Donald Trump. El pasado 18 de mayo fueron sancionados ocho magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por desconocer las atribuciones de la Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por la oposición. Antes, el 13 de febrero, EEUU impuso sanciones contra el vicepresidente Tarek El Aissami y uno de sus socios, Samark López, ambos señalados de estar involucrados en delitos de narcotráfico.

En 2014, durante la administración de Barack Obama, el Congreso aprobó sanciones similares contra decenas de funcionarios identificados como responsables de la vulneración de los derechos humanos de quienes, ese año, participaron en una ola de manifestaciones contra el presidente Nicolás Maduro.

Durante su intervención en la Asamblea General de la ONU el martes 19, el presidente Donald Trump condenó al gobierno de Nicolás Maduro, una muestra más de la actitud más agresiva de la Casa Blanca contra el gobierno de Caracas. A finales de julio, Estados Unidos consideró por primera vez aplicar sanciones económicas a la industria petrolera de Venezuela.

Corea entra en la lista

“Corea del Norte no coopera en nada con el Gobierno de Estados Unidos y no satisface todos los requisitos de intercambio de información”, afirma el comunicado, aunque en una conferencia telefónica con periodistas, un funcionario de la administración reconoció que el número de norcoreanos que viaja a Estados Unidos era muy bajo.

[Vía: Univisión]