Venezuela está hundida en una colosal crisis económica, con escasez de alimentos y medicinas, colapso del sistema de agua y electricidad y una fuerte caída de su producción petrolera.
Unos 3,7 millones de personas han abandonado el país en los últimos años, de las cuales 1,2 millón viven ahora en Colombia, según un informe del Banco Mundial que le puso números a una crisis humanitaria sin precedentes en la región. Se esperan 5,9 millones de migrantes venezolanos a finales de 2019. (AFP)
La debacle socioeconómica ha venido de la mano del autoritarismo creciente de un régimen que ya no guarda ni siquiera las formas de la democracia. Ante el drástico deterioro de las condiciones de vida, y la ausencia de canales institucionales para buscar una alternativa política, la única vía de escape que les queda a los venezolanos para salvarse es irse del país.
Unos 3,7 millones de personas han abandonado Venezuela, de los cuales 1,2 millón viven ahora en Colombia, según los datos de un impactante informe difundido este viernes por el Banco Mundial (BM).
#«La masiva y rápida migración desde Venezuela presenta hoy un desafío humanitario y de desarrollo sin precedentes para la región», dijo Axel van Trotsenburg, vicepresidente del BM para América Latina y el Caribe.
El organismo multilateral presentó un mapa que muestra gráficamente las rutas seguidas por los desesperados. La gran mayoría sale por el sudoeste, a través de los distintos pasos fronterizos legales e irregulares que hay con Colombia. Muchos se quedan en el país vecino, pero otros siguen hacia el sur.
Todos los que continúan el peregrinaje por esa ruta atraviesan Ecuador, donde ya hay 221.000 venezolanos. El resto pasa a Perú, donde al momento hay al menos 708.000. Allí se produce una bifurcada. Una corriente sigue por la costa y entra a Chile, donde los migrantes suman 288.000.
La otra corriente ingresa a Bolivia por el norte, pero muy pocos se quedan: sólo hay 5.000. El resto atraviesa todo el país y sigue su paso hasta Chile. La gran mayoría va hasta Santiago.
Los que no se quedan, cruzan la Cordillera de los Andes rumbo a Argentina, que ya recibió a 130.000. Un pequeño contingente va hasta la provincia de Entre Ríos, y desde allí atraviesa algunos de los puentes binacionales en busca de encontrar un lugar para vivir en Uruguay, donde hay 8.500. Más de 7.000 kilómetros separan a Caracas de Montevideo, y muchos hacen buena parte de esa ruta caminando y en vehículos precarios.
Otra ruta parte del sudeste de Venezuela, por la frontera con Brasil. No son tantos los que se quedan allí en términos comparativos: son 96.000, poco en relación al tamaño del país. En el interior brasileño se producen dos bifurcaciones. La primera es en el norte: un contingente importante ingresa a Guyana, donde viven 36.400. Los demás siguen hacia el sur.
La segunda división es en la frontera con Bolivia. Algunos entran y de allí van Chile. Otros, siguen avanzando hasta Paraguay, el país de Sudamérica que menos venezolanos recibe: sólo 500 están radicados allí. El grueso sigue hasta Argentina y Uruguay. Esas son las rutas terrestres. También hay marítimas y aéreas. Por ejemplo, hay muchos ciudadanos que van a Centroamérica y al Caribe. En Panamá hay 94.000, en Costa Rica 25.000, en Trinidad y Tobago 40.000, en Curazao 26.000, en Aruba 16.000, en República Dominicana 28.500 y en México 39.500.
Algunos se animan a ir un poco más lejos. En Estados Unidos ya hay 72.000 y en Canadá 4.600. Pero el cuarto país que más venezolanos recibe no está en el continente americano. Es España, con 255.000.
Colombia recibió 31,5 millones de dólares como apoyo a sus esfuerzos para atender a los migrantes de Venezuela y dar respaldo a las comunidades de acogida, anunció el viernes el Banco Mundial (BM), que gestiona la plataforma que realizó la donación.
Este aporte del Mecanismo Global de Financiamiento Concesional (GCFF) integra un plan de desarrollo de 750 millones de dólares que está preparando el Bancopara contribuir a la «sostenibilidad fiscal, la competitividad y la migración en Colombia», dijo el BM en un comunicado.
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