La crisis económica y humanitaria, con desabastecimiento de alimentos y medicamentos, por la que atraviesa Venezuela trasciende la frontera de su país vecino Colombia con el creciente flujo de migrantes venezolanos que buscan salir de su país..

De acuerdo con el Departamento de Migración de Colombia, el número de cédulas de extranjería otorgadas a venezolanos se duplicó entre el 2014 y el 2016, pasando de 20,000 a 40,000 documentos. En enero del 2017 ingresaron al país 47,094 venezolanos, lo que significó más del doble en comparación con el mismo mes del 2016.

El director de Migración de Colombia, Christian Krüger, reconoció que se vive la ola más grande de extranjeros que ha llegado al país e informó que calculan que más de 1 millón de colombianos residentes en Venezuela están regresando.

Ante la ola migratoria, el gobierno de Colombia ha endurecido sus políticas, entre algunas de sus medidas está la instauración de una tarjeta de movilidad fronteriza para que los venezolanos puedan comprar alimentos y medicamentos; su uso permite el tránsito por 16 zonas limítrofes y pueden permanecer ocho días como máximo en el territorio. Las empresas están bajo la mira del gobierno, ya que 80 han sido sancionadas por contratar mano de obra ilegal, mientras que otras 600 son investigadas.

Estimaciones de Migración Colombia arrojan que Medellín, la segunda ciudad más grande del país, concentra 6.5% del empleo informal en manos de venezolanos. Asimismo, autoridades han detectado que los migrantes por falta de recursos caen en la delincuencia o en la prostitución.

El presidente de la Asociación de venezolanos en Colombia se pronunció a favor de insertar a los compatriotas que no consiguen trabajo o que no tienen permiso laboral en vez de marginarlos.

Hermandad se agrieta

La cercanía que alguna vez había existido entre los gobiernos de Colombia y Venezuela atraviesa por un distanciamiento, ya que sus mandatarios han sostenido declaraciones en desacuerdo por la convocatoria a una Asamblea Constituyente y el blindaje de control en contra del crimen entre ambas fronteras.

Nadie queda exento

Aunque Colombia es el país más afectado por el número de personas que buscan escapar de Venezuela, países de la región como Brasil, Chile y Perú también viven las consecuencias.

El estado de Roraima en Brasil reporta un aumento de más de 5,000 solicitudes de asilo en el primer trimestre del 2017; en Perú más de 5,000 venezolanos han solicitado el permiso temporal de permanencia, desde que la medida entró en vigor hace tres meses. En Chile, entre el 2005 y el 2015, el número de visas temporales otorgadas se multiplicó por 20 y la permanencia definitiva por 10.

[Vía: El Economista]