Se acabó la Fiesta para Argentina y Venezuela, según The Economist

La revista «The Economist» publicó en este artículo duras críticas a las situaciones económicas de Argentina y Venezuela, el artículo lleva como título: «Se acabó la fiesta», The Economist destaca que los dos países han estado viviendo «A lo grande» durante años, repartiendo sus ingresos en un irrepetible boom de coomodities (petroleo venezuela y soja argentina) enfrentándose así a un escenario totalmente diferente en una plena degradación económica y social en cámara lenta.

«Ambos han utilizado una combinación entre las intervenciones de sus bancos centrales y los controles administrativos para conseguir que los índices cambiaros sobrevaluados no cayeran y que la inflación no subiera», señala la publicación que además cuestionó al gobierno argentino por dar «pasos vacilantes hacia la normalidad», aunque aclaró que, «en Venezuela, la situación es más peligrosa».

The Economist  afirma también:

«Argentina primero permitió que el peso se devaluara más del 15% en la semana que comenzó el 20 de enero, y luego anunció una flexibilización en el cepo para la compra de moneda extranjera para ahorro».

De acuerdo al análisis de la revista

«El objetivo del Gobierno sería estrechar la brecha entre los precios del dólar oficial y el blue, evitando así la necesidad de seguir gastando las reservas».

«Si bien la brecha se ha cerrado un poco -continúa el artículo-, el temor a una devaluación que conduciría sólo a una mayor inflación explica la continua alta demanda de dólares, aún a un tipo de cambio menos favorable» Argentina puede estar configurando su tercera crisis cambiaria en 25 años.

Pasos vacilantes y mayor riesgo…

«Con la liberación parcial de los controles cambiarios, la Argentina da pasos vacilantes hacia la normalidad», aunque aclara que «en Venezuela, la situación es más peligrosa» y detalla los problemas que enfrenta el país gobernado por Nicolás Maduro para conseguir dólares y las carencias de diferentes productos.

«La crisis continuará sin una gran inyección de dólares de Petróleos de Venezuela, que genera el 96% de los ingresos en divisas. Mejores condiciones para los inversores extranjeros en la industria del petróleo aportarían el efectivo que tanto se necesita para aumentar la producción estancada», destaca.

Sin embargo se advierte que mientras el gobierno no abandone su antipatía hacia el capital privado, la perspectiva de la nueva inversión es tenue y la escasez de bienes solo es susceptible de empeorar».

También incluye en el texto los problemas que afrontan sectores como el automotriz, agroindustrial, farmacéutico y los medios impresos de comunicación por la restricción de divisas. «Los periódicos están en riesgo de cerrar por falta de papel», señala.

El riesgo de rebelión

Hace unos días además, la revista publicó en su suplemento «El Mundo en 2014» un ranking de los 150 países en el que se mide el «riesgo de rebelión», y que ubica a Argentina, Bolivia y Venezuela dentro de los países con mayor posibilidad de sufrir un conflicto o lo que ellos llaman un «riesgo muy alto de conflicto».

Por su parte, Uruguay, Chile y Costa Rica son los únicos países de América Latina con bajo riesgo de conflicto según el estudio, categoría que incluye a Estados Unidos, Alemania, Finlandia, entre otros países del mundo.

El resto de los países de Latinoamérica, como México, Perú, Brasil, entran dentro del grupo de países con alto riesgo de conflicto.

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 Leer artículo: http://www.economist.com/news/americas/21595471-latin-americas-weakest-economies-are-reaching-breaking-point-party-over