Las remesas, otro de los inconvenientes económicos en Venezuela. A pesar de su gran riqueza petrolera, la economía venezolana tiene graves problemas. Lea el artículo a continuación.

Remesas, otro inconveniente económico de Venezuela

A pesar de las inmensas riquezas de la renta petrolera, la economía venezolana tiene graves problemas ocasionados por su modelo socialista.

Algunos de esos problemas se han visto reflejados en un rígido control de cambios implantado desde el 2003, con una cotización artificial del precio del dólar fijada por el Gobierno que en años recientes se hizo insostenible y que generó una fuerte devaluación y escasez de divisas para importar maquinaria, herramientas, materias primas, alimentos y que genera serias dificultades para el pago de las deudas en dólares.

Así mismo, ha sido particularmente dispendioso y problemático para los trabajadores colombianos que envían remesas a sus familiares –unos 200.000, según el embajador colombiano en Caracas, Luis Eladio Pérez- los trámites para girar parte de sus ganancias a sus seres queridos, que de acuerdo con el diplomático, llegan a tres millones de personas.

Y es que las cifras son dicientes. En el primer semestre de este año, desde Venezuela llegaron remesas a Colombia por 45, 1 millones de dólares, lo que representa una caída del 80 por ciento frente a los datos reportados en los primeros seis meses del 2013, cuando la cifra fue de 221,7 millones de dólares, de acuerdo con el Banco de la República.

En Venezuela es supremamente difícil adquirir dólares pues las personas naturales y empresas deben inscribirse en un sistema gubernamental que periódicamente y a través de una especie de subasta, asigna unos cupos que no necesariamente corresponden a la cantidad demandada.

Por los exigentes trámites del gobierno venezolano, la demora o la negación de las divisas, muchas personas deben acudir al mercado negro pero deben someterse a pagar hasta 10 veces más caro los dólares que requieren para cumplir con sus compromisos.

Una de las ideas que han surgido entre los gobiernos de los presidente venezolano, Nicolás Maduro y colombiano, Juan Manuel Santos era hacer el envío de dinero directamente desde Venezuela en pesos, a un tipo de cambio específico, sin embargo esto no se ha cristalizado pues requiere de una infraestructura técnica y cambiaria compleja entre los dos países.

Un reciente reporte de la firma calificadora de valores Fitch Ratings sobre Venezuela mencionaba que “la elevada inestabilidad macroeconómica, las demoras en la ejecución de política para afrontar la inflación, las distorsiones en el mercado de divisas y el deterioro en las cuentas externas del país” hacen más difícil la gestión de la economía del país petrolero.

Los técnicos de la calificadora refieren que el gobierno del presidente Nicolás Maduro no ha tomado medidas correctivas orientadas a corregir los problemas económicos que heredó de las políticas implantadas por el presidente Hugo Chávez y que en un año en el poder han empeorado.

“El deterioro de la estabilidad macroeconómica se refleja en el racionamiento de divisas, la creciente escasez de productos básicos, aumento de la intervención del Estado y el rápido crecimiento del financiamiento del Banco Central de Venezuela a empresas del sector público”, agrega.

Lo peor de todo es que según Fitch “La falta de políticas coherentes podrían conducir a exacerbar el riesgo de malestar social”.

Y es que como lo decía en días pasados el economista de una prestigiosa universidad bogotana:

“Venezuela se ha convertido en un experimento natural e histórico, de lo que puede llegar a suceder incluso en un país relativamente rico, cuando al tomar decisiones de política económica, se ignoran hasta los principios más elementales de la economía moderna”.

Redacción Internacional / El Tiempo