Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, está tratando de importar unos 13 millones de barriles de combustible este año. Una cantidad que podría incrementarse a medida que las refinerías del país van reduciendo su ritmo de actividad, que ahora mismo se encuentra en el 50% de su potencial. Este caso es un tanto singular, puesto que según datos de la Agencia de la Energía de EEUU, las reservas de petróleo probadas de Venezuela son de 300.000 millones de barriles, 33.000 millones más que Arabia Saudí, el segundo país con más reservas probadas del mundo.

Petróleos de Venezuela (PDVSA) está negociando con diferentes operadores y refinerías para que suministren unos 70.869 barriles de productos derivados del petróleo diariamente a partir de julio y hasta finales de año, según documentos obtenidos por Bloomberg.

La empresa está buscando gasolina, aditivos para gasolinas, diésel, y también materias primas intermedias tales como gasoil de vacío y nafta catalítica, que las refinerías utilizan para la producción de combustible. PDVSA también quiere comprar nafta pesada, un diluyente utilizado mezclado con su petróleo pesado de modo que el crudo pueda fluir más fácilmente a través de tuberías para ser vendido o refinado.

Falta de piezas y maquinaria

Según Reuters, tres de las cuatro refinerías más importantes de Venezuela están funcionando a un nivel muy lejano a su potencial. La falta de crudo y, sobre todo, de piezas de repuesto necesarias para la extracción y el procesamiento del oro negro, están limitando las operaciones de la industria petrolera del país.

Sólo la refinería más pequeña de Venezuela, El Palito, está funcionando al máximo de su capacidad. La escasez de dólares impide que la petrolera pública pueda importar el capital físico necesario para el proceso de extracción y refinamiento del petróleo pesado que se extrae en Venezuela.

Las compras representan alrededor de un tercio de las necesidades de productos petrolíferos del país, estimadas en 200.000 barriles diarios, según Alejandro Grisanti, director de la consultora Ecoanalitica, con sede en Caracas.

“Este volumen debería proveer sólo una parte de las necesidades del país para este año”, comenta. “PDVSA, seguramente, volverá por más.” PDVSA no ha devuelto las llamadas teléfonicas o los correos electrónicos solicitando información al respecto.

Deuda y capacidad productiva ociosa

El gobierno venezolano se enfrenta a unos 3.200 millones de dólares en pagos de deuda este año, a medida que la crisis política y económica se agravan. Muchos están saliendo a las calles para protestar contra la escasez de alimentos y la inflación galopante. Estas turbulencias coinciden con el menor nivel de producción

Las refinerías de PDVSA en Venezuela están operando a menos del 50% de su capacidad instalada, que podría producir un total de 3,1 millones de barriles, pero está produciendo alrededor de dos por la falta de petróleo y otros líquidos. Mientras, la empresa estatal prioriza los pagos de la deuda sobre el gasto en mantenimiento, comentan desde BMI Research en un informe.

Venezuela está en conversaciones con Rusia Para renegociar parte de su deuda, tras impagar en 2016. El ministro de petróleo la nación Nelson Martínez aseguró a principios de junio que Venezuela ofreció a Rosneft participaciones en cuatro o seis proyectos petroleros.