De acuerdo con las estimaciones del banco de inversión Torino Capital, el gobierno de Nicolás Maduro tendrá que desembolsar Bs 193 billones para alcanzar a cubrir el nuevo aumento de salario mínimo que fue decretado por el mismo la semana pasada.

Se dice que esta cifra es 5,3 veces superior a todo el presupuesto nacional establecido para el año 2018.

La administración pública debe cubrir su nómina que asciende a unos 2.650.000 de trabajadores, que recibirán el cuarto aumento de salario a partir de la próxima quincena, pero retroactivo desde el 15 de junio.

Las cuentas de Torino detallan que la mayor parte de este gasto se va en salarios y costos asociados (Bs 170,5 billones) y el resto corresponde al beneficio de ticket alimentación (Bs 22,6 billones).

Y estiman que las cifras seguirán creciendo, pues aseguran que poco probable que este sea el último aumento de salario mínimo del año. “Si asumimos que los incrementos siguientes continúan a un ritmo de 75% mensual, entonces la factura salarial total aumentaría a fin de año a Bs 10.585 billones”.

Sin embargo, todos estos incrementos de salario se diluyen incluso antes de llegar a las manos de los trabajadores.

“En el contexto de una espiral hiperinflacionaria, el gobierno no necesariamente controla el salario mínimo real ya que las tasas de financiamiento monetario necesarias para cubrir los aumentos salariales nominales pueden a una aceleración de la inflación que causa un mayor declive. No deja de ser desconcertante que el gobierno ni siquiera intente compensar las tasas de inflación pasadas”, apuntan.

Torino estima que el salario mínimo real (al que se le descuenta la inflación) disminuyó en 87,6% entre abril de 2017 y abril de 2018 y esperan que disminuya en 45% a fines de julio.

“Este comportamiento sería consistente con la idea de que la inflación se está acelerando más rápidamente que la capacidad del gobierno para financiarla a través de la emisión de dinero”, agregan.