“Con el Petro se juntaron varios problemas; el primero de ellos es que el Petro no es una criptomoneda, porque no cuenta con el elemento esencial de esta”.

Para el 20 de febrero de este año, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que se llevaría a cabo la primera preventa de la criptomoneda respaldada por petróleo venezolano, del cual su valor inicial era el del precio de un barril de petróleo, equivalente a 60 dólares.

El mandatario prometió usar el petro para pagar las importaciones, la deuda externa, los servicios turísticos e inmobiliarios, los salarios de los trabajadores del sector público, entre otros, sin embargo, aún no se registra la primera transacción que involucre el uso de la “criptomoneda“.

Tras esto, los rechazos a la criptomoneda del Gobierno venezolano no tardaron en llegar:

  • India descartó pagar con petros las importaciones de petróleo venezolano.
  • El Departamento del Tesoro de Estados Unidos prohibió a sus ciudadanos participar en transacciones que involucren al petro y no llegaron a acuerdos con plataformas blockchain.

“Con el Petro se juntaron varios problemas; el primero de ellos es que el Petro no es una criptomoneda, porque no cuenta con el elemento esencial de esta: una base de datos distribuida en una cadena de bloques. En todo caso, es un token, respaldado por la cadena de bloques de Ethereum, según el manual del comprador, aunque el libro blanco afirmaba que funcionaría sobre el blockchain de NEM;  además,sale en un momento en el que todas las criptomonedas están bajo ataque, y especialmente la referencia de ellas, que es bitcoin”.afirma Sandoval, “Profesor Bitcoin” en las redes sociales, experto en criptomonedas con mucha popularidad en Instagram y venezolano residente en Estados Unidos.

En sus inicios, la venta del criptoactivo se pautó en una oferta inicial de 100 millones de petros 38,4% en una oferta privada; 44% en una pública; y el restante 17,6% quedará en manos del Estado avalados por 5.342 millones de barriles de petróleo certificados en el campo número uno del Bloque Ayacucho de la Faja Petrolífera del Orinoco.

Pero tras cuatro meses y 9 días exactamente de su preventa el 20 de febrero, no se conocen las casas de cambio encargadas de facilitar dichas operaciones ni la primera persona que haya comprado o vendido un petro.

Adicionalmente, el Presidente afirmó que existía una intención de compra por $5.000 millones y que destinaría $1.000 millones a nutrir el Dicom, pero tampoco aparecieron.

Por su parte el ex-superintendente de la Superintendencia de Criptoactivos y Actividades Conexas Venezonala (SUPCACVEN) Carlos Vargas, fue destituido de su cargo “sin haber comprando ni vendido un solo criptoactivo”. Su cargo lo tomó Joselit Ramírez, designado por el presidente Maduro.


A juicio de los economistas, el petro también carece de algunas de las características principales de las criptomonedas: un sistema descentralizado y una blockchain soportada por medios tecnológicos y materiales. Por el contrario, era controlado exclusivamente por el Gobierno venezolano.

También, la moneda digital venezolana fue declarada ilegal por la Asamblea Nacional, donde los diputados de mayoría opositora denunciaron que con el petro el presidente Maduro intentaba pasar por encima a los controles parlamentarios.

Tras estas etapas y situaciones por las que ha pasado el petro, puede que se haya hecho la preventa inicial tanto privada como pública, pero aún no se puede negociar en las criptocasas de cambio virtuales ni se conoce a ciencia cierta el destino de los fondos recaudados, por esta razón es considerada por varios expertos de la blockchain como una “estafa” para facilitar el blanqueo de capitales.

Por el momento, considerando la situación política, económica y social que vive la nación, se desconoce si la llegada de la tecnología Blockchain será positiva en algún sentido.

Venezuela actualmente posee una de las más grandes reservas de petróleo a nivel mundial, pero así como posee estas reservas, su capacidad de producción del crudo es la más baja en los últimos 40 años.

PDVSA es la entidad certificada y autorizada para explotar dicho crudo en Venezuela, pero al mismo tiempo no posee con los respaldos ni la capacidad para extraer esa gran magnitud de petróleo el cual también estaría “empeñado” para pagar la deuda externa que posee el país.

“La iniciativa del presidente Maduro es verdaderamente una estafa para los creyentes del mercado digital y para sus seguidores chavistas, su estrategia está siendo errada y desmantelada”, aseguraron varios entusiastas del mundo de las criptomonedas.

“Como en otros tantos aspectos del chavismo, el Petro se inició en medio de la propaganda y terminó en un silencio avergonzado y en un escándalo de corrupción”, opinan y atacan algunos medios.

A continuación algunas críticas y comentarios de algunos usuarios a través de sus redes sociales sobre la “existencia” del Petro: