Comienzan tiempos aún más inciertos en Venezuela con la instalación mañana, 1° de agosto, de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), elegida ayer en las urnas. Este órgano —compuesto por 545 asambleístas: 537 elegidos por voto popular y 8 indígenas que saldrán hoy de tres asambleas generales— tendrá poderes ilimitados para reescribir la Carta Magna de 1999 y reformar el Estado.

De acuerdo con la Constitución vigente, “los poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la Asamblea Nacional Constituyente”. La ANC quedó hecha a la medida del chavismo (no hay un solo constituyente opositor), es decir, tendrá carta blanca para hacer lo que quiera.

Aún no se sabe cuánta gente votó, pero lo que expertos advierten es que la cifra de votos que dirá el Gobierno que obtuvo, será superior a los que sumó la oposición en la consulta del 16 de julio. Según el analista Benigno Alarcón, el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) buscó evitar una alta abstención que reste legitimidad a la Constituyente.

Por eso controló la afluencia de votantes a los centros electorales a través del carné de la patria, impuesto desde comienzo de este año y que permite hacer un minucioso seguimiento de cada uno de los electores. Según cálculos oficiales, 15 millones de venezolanos sacaron el documento.

Pero hay algo adicional. Debido al método de elección, que combinó sufragio por territorios y sectores sociales, 62 % de los 19,8 millones de electores potenciales pudieron votar dos veces, lo que dificulta el cálculo de participación, según el experto electoral Eugenio Martínez.

La jornada de ayer dejó además dos adolescentes muertos en Táchira (frontera con Colombia), un policía fallecido y siete uniformados heridos por una explosión en el este de Caracas.

La única certeza es que, a partir de hoy, se debilitará todavía más la gobernabilidad, se incrementará la conflictividad política así como la crisis económica y social. Cinco claves para entender qué sigue en Venezuela.

¿Cómo funcionará la ANC?

De acuerdo con las normas, después de proclamados los 545 miembros, la Asamblea Nacional Constituyente se deberá instalar en las 72 horas siguientes, es decir, a partir de mañana. Se elegirá la junta directiva, para lo cual cada facción del chavismo deberá contar con, mínimo, 273 votos constituyentes para decidir. La redacción de la nueva Constituyente podría tomar meses, e incluso, años. La nueva Carta deberá ser sometida a referendo, algo que muchos dudan suceda. El Gobierno suele saltarse las normas que no lo favorecen.

¿La ANC podrá cerrar el Parlamento?

Sí, e incluso disolver otros poderes del Estado. “Existe una alta probabilidad de que la constituyente remueva a la fiscal general de la República. Pero también podría, dependiendo del sector que controle la ANC, remover y designar al defensor del pueblo, al contralor y a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia”, explicó el abogado venezolano José Ignacio Hernández. Agregó el experto que la ANC puede decretar la disolución formal del Parlamento, lo que entre otras cosas implicaría dejar sin efecto la inmunidad parlamentaria de los diputados.

¿Qué más puede cambiar la ANC?

Al parecer, no se realizarán muchos cambios en la Carta Magna del 99 (orgullo de Hugo Chávez y su legado más importante), sino que se enfocará en otorgar más poderes al Gobierno y perseguir a la oposición.

Según escribió Hernández, experto en derecho de la Universidad Complutense de Madrid, en un artículo publicado por Prodavinci: “Es factible que la fraudulenta constituyente asuma el ejercicio de la función legislativa para dictar nuevas leyes, como por ejemplo, leyes de control de precios, como se anunció. Asimismo, es probable que se generalicen los juicios militares, pudiendo la constituyente suprimir formalmente las garantías, que hoy día, son sistemáticamente violadas. El derecho a la protesta sería igualmente regulado. La libertad de expresión, con toda probabilidad, sería sometida al arbitrio de la constituyente”.

¿Puede la ANC quitar las elecciones?

Si lo desea, la ANC puede suspender o diferir cualquier elección, explican analistas en la prensa local. Es decir, que Maduro (que teme ir a las urnas porque no ganaría una elección normal), puede quedarse indefinidamente en el poder y los comicios que están suspendidos podrían no realizarse jamás. Se oficializaría una dictadura.

¿Quién gobernará a partir de mañana en Venezuela?

Lo que el Gobierno anunció hace algunas semanas es que el presidente Maduro pondría su cargo a disposición de la constituyente, tal como sucedió en 1999. “Con la importante diferencia que el entonces presidente Chávez tenía control político sobre aquella constituyente. La incertidumbre es tal que, sin embargo, Maduro podría poner su cargo a la disposición de la fraudulenta constituyente y ésta podría, designar a un nuevo presidente”, concluyó Hernández.

[Vía: El Espectador]